ORACIÓN A SAN RAMÓN NONATO PARA SOLICITAR SU FAVOR


Medita, alma, el prodigioso nacimiento
del glorioso padre San Ramón Nonato,
cuando para luz y consuelo del mundo
le sacó Dios a fuerza de milagros
de las tinieblas y cautiverio del vientre de su madre
al tercer día de difunta,
rasgando con un puñal su costado
el vizconde de Cardona su pariente.

Presagio fue esto
de las raras y heroicas virtudes de su vida;
pues con tan singular y extraño portento, antes de nacer,
 venció de una vez con el favor de la gracia
a la naturaleza y a la muerte, resucitando,
digámoslo así, como de otro sepulcro
para vivir siempre con Cristo.


¡Oh singular portento!
Claro indicio de nacer para el Cielo
el que no nacía para el mundo.

Señal evidente de nacer para redentor de almas y cuerpos
el que, redimida su alma con la preciosa Sangre
de nuestro Señor Jesucristo,
salió al mundo aun con nuevo modo
redimido también en su cuerpo.

¡Oh favores celestiales!
En reverencia, pues, y acción de gracias al Señor
por tan maravilloso nacimiento,
se rezará tres veces el Padre nuestro,
Ave María y Gloria Patri.

ORACIÓN

¡Oh glorioso padre San Ramón!
Me gozo en el alma
del favor tan singular que os hizo Dios,
sacándoos de un cuerpo muerto,
como panal de dulzura y misericordia,
para consuelo de afligidos devotos.

Bien se vio en vuestra vida santísima
crecer en vos la piedad que con vos
había salido del vientre de vuestra madre difunta,
tanto, que ya en el viernes y sábado,
después que salisteis a luz,
renunciasteis la leche que la ama os ofrecía,
regraciando así con la abstinencia
el favor que os hizo Dios en el nacimiento,

¡Oh ingratitud de mi alma,
que habiendo recibido tantos beneficios divinos,
así me olvido de ellos!

¡Como si el darme el ser y vida que tengo,
redimirme a costa de su preciosa Sangre,
sufrirme con mis vicios y pecados,
sin echarme para siempre en un infierno,
no fueran beneficios muy grandes!

¡Oh Santo mío, por vuestros sagrados méritos
os suplico rendido,
me alcancéis de mi Señor Jesucristo
un verdadero dolor de mis culpas
y una fervorosa penitencia de ellas;
para que mostrándome agradecido a sus favores,
merezca de su piedad el perdón de mis pecados
y la petición que os hago:

Aquí se detendrá en oración un breve rato,
suplicando al Señor por los méritos del Santo,
la gracia que deseare y después se rezarán
3 Padre Nuestro y 3 Ave María
en honor al santo.

 

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