San Cayetano de Thiene, también conocido simplemente como San Cayetano, es un santo venerado en la Iglesia Católica. Su vida austera y su dedicación a los más necesitados lo han convertido en un modelo de caridad y compasión.
San Cayetano es recordado como el Patrono del pan y del trabajo, pero su verdadera grandeza radica en su amor por los necesitados y su capacidad para obrar milagros en favor de quienes acuden a él con fe y esperanza.
A pesar de haber sido nombrado Conde de Thiene por el papa Julio II, San Cayetano vivió con humildad y sencillez. No se consideraba importante por los títulos o el reconocimiento humano.
Su lema era: “Jamás dejaré de entregar lo mío a los necesitados, hasta que no tenga ni un metro para mi tumba”. Esta actitud altruista marcó su vida y su legado.
ORACIÓN
Glorioso San Cayetano, padre de los pobres, ruega por nosotros.
Santo que pasaste humildemente por la vida viendo a Cristo en los hombres, en nuestros hermanos, especialmente en los más necesitados, y experimentaste la gran verdad de la asistencia providente de tu Dios, nuestro Señor y Creador.
Concédenos que no olvidemos que cuanto hagamos a un hermano se lo estamos haciendo a Cristo, para que tratemos de imitar, como Tú hiciste, la vida de los apóstoles en su desprendimiento, en su entrega a los demás y en su dedicación al servicio de la Fe, y haz que pongamos siempre nuestra confianza en Dios que es todo Amor y es nuestro Padre.
¡Oh glorioso San Cayetano! bendito Padre de la Providencia, que con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe buscando alivio en sus necesidades, hoy a ti acudimos llenos de esperanza, pidiendo tu poderosa mediación ante Dios.
Líbranos de las miserias aléjanos de las carencias de este mundo y auxílianos en lo que con urgencia precisamos:
danos trabajo digno y estable para que podamos obtener el dinero que precisamos en nuestras vidas, para que podamos hacer frente a nuestras deudas y cubrir nuestras necesidades diarias, danos pan para nuestras mesas, que no nos falte el sustento, danos lo suficiente para vivir dignamente, danos alegrías para calmar nuestros llantos.
Bondadoso patrón san Cayetano te suplico me obtengas del Señor Misericordioso lo que con toda mi fe y confianza solicito:
(pedir ahora lo que se desea obtener).
No me abandones en esta grave y difícil situación, santo mío protector y benefactor, concédeme tu ayuda y protección, no dejes que siga sufriendo, alivia mis intranquilidades, haz que pueda prosperar para dar a mi hogar lo que merecen, llévate los infortunios y miserias de mi hogar.
Pide también al Señor que nos otorgue gozar siempre de salud de alma y cuerpo, y que nos de fuerzas y nos cuide; enséñanos a ser caritativos con los demás, y haz que viviendo en amistad con Dios y nuestros hermanos no nos falte el pan y el trabajo de cada día.
Amén. +
Reza, pidiendo la intercesión del milagroso san Cayetano, Padre de la Providencia y patrón de los desempleados y de las familias que tienen necesidades económicas: el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Repite la oración tres días seguidos.
BIOGRAFIA BREVE
San Cayetano, muy popular entre los enfermos, los desempleados y los que pasan por graves dificultades económicas nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia. Huérfano de padre a temprana edad, el santo quedó bajos los amorosos cuidados de su madre quien se preocupó por darle una adecuada y cristiana formación.
Cursó estudios en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados, y luego, partió a Roma donde ocupó el cargo de Secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede. A los 33 años fue ordenado sacerdote, y estando en Roma, se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.
Viendo que el estado de relajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles, fundando la orden de los Padres Teatinos. Además, San Cayetano fundó varias asociaciones dedicadas a realizar préstamos a los más pobres con muy bajos intereses. Sus momentos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados, los infecciosos y los más graves.
En sus últimos años, el santo fue presa de muchas enfermedades y sufrimientos. Falleció el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años.
Milagros atribuidos
Cura de enfermos: Uno de los primeros milagros atribuidos a San Cayetano ocurrió en Venecia. Visitando un hospital, se encontró con una joven cuya pierna estaba a punto de ser amputada debido a la gangrena. San Cayetano besó su pierna, hizo la señal de la cruz y, al día siguiente, la muchacha estaba completamente curada.
Lluvia tras la sequía: En tiempos de sequía, un campesino le pidió a San Cayetano que intercediera por la falta de agua. Como agradecimiento, dejó una espiga de trigo a los pies de la imagen del santo. Tres días después, llovió tanto que la ciudad se inundó.
Ayuda en la crisis económica: Durante la crisis económica de 1930, un sacerdote aconsejó a los fieles rezar al “Santo de la Providencia”. Muchos experimentaron mejoras en sus situaciones de vida gracias a esta devoción.
Compromiso con los necesitados: San Cayetano vivió su vida con total austeridad y se dedicó a ayudar a los más desfavorecidos. Su generosidad y servicio a los pobres dejaron una huella imborrable.