SAN VALENTÍN. ORACIÓN ENCONTRAR UN AMOR VERDADERO Y DEFINITIVO



San Valentín, también conocido como el Día de los Enamorados, es una festividad que se celebra en todo el mundo el 14 de febrero. 

Aunque a menudo se asocia con el amor romántico y los gestos afectuosos, la historia de San Valentín tiene raíces más profundas y está llena de milagros y valentía.

La Vida de San Valentín

San Valentín fue un sacerdote cristiano que vivió en el siglo III d.C. durante el reinado del emperador romano Claudio II. 

A pesar de las prohibiciones impuestas por el emperador, Valentín continuó realizando matrimonios secretos para jóvenes enamorados. 

Claudio II creía que los jóvenes solteros eran mejores soldados, por lo que prohibió los matrimonios. 

Sin embargo, Valentín consideraba esta ley injusta y desafiaba las órdenes imperiales al unir a parejas en matrimonio en secreto.

El Milagro de San Valentín

Durante su encarcelamiento, Valentín tuvo un encuentro con el carcelero Asterius. Este último, en un intento de poner a prueba al santo, le pidió que devolviera la vista a su hija ciega. 

Valentín, en nombre del Señor, colocó sus manos sobre los ojos de la joven llamada Julia y, mediante una ferviente oración, le devolvió la vista. 

El milagro conmovió al carcelero y a su familia, quienes se convirtieron al cristianismo.

El Martirio

A pesar de sus acciones benevolentes, Valentín fue condenado a muerte por el emperador Claudio II. El 14 de febrero del año 270, Valentín fue martirizado y ejecutado. 

En agradecimiento por el milagro realizado, Julia, la joven a la que Valentín había devuelto la vista, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy en día, el almendro se ha convertido en un símbolo de amor y amistad.

San Valentín y Andalucía

Curiosamente, San Valentín tiene una relación directa con Andalucía. 

En 1965, se descubrieron antiguos documentos que notificaban la entrega de los restos del santo a la Catedral de la Encarnación en esta región. Aunque los restos desaparecieron durante la Guerra Civil, el recuerdo de San Valentín perdura en la tradición y en el símbolo del almendro.

En resumen, San Valentín no solo es el patrón de los enamorados, sino también un ejemplo de valentía, compasión y fe en tiempos difíciles. Su legado sigue vivo en la celebración de este día especial.

ORACIÓN

Oh, San Valentín, patrón de los enamorados 
y protector de los corazones anhelantes,
 escucha mi humilde súplica en este día. 

A ti, que desafiaste las leyes terrenales 
por el bien del amor verdadero, 
elevo mi voz con gratitud y esperanza.

En tus manos confío mi corazón, 
ese órgano frágil que late 
con la promesa de afecto y pasión. 

Tú, que uniste a parejas en secreto, 
sabes de los anhelos más profundos 
y las lágrimas más dulces. 

Permíteme sentir la magia 
de tus intercesiones, 
como un suave viento 
que acaricia los pétalos de una rosa.

San Valentín, mensajero de la devoción,
 imploro que guíes mis pasos hacia aquel ser 
que está destinado a compartir mi camino.

 Que sus ojos encuentren los míos 
en un instante de reconocimiento, 
y que sus risas se mezclen con las mías 
en un baile eterno. 

Que el amor florezca como el almendro 
que Julia plantó en tu honor.

En este rincón de mi alma, 
te pido que alejes las dudas y los miedos. 

Que disipes las sombras 
que oscurecen mis esperanzas 
y que enciendas la llama de la confianza. 

Que el amor llegue como un regalo divino, 
tejido con hilos de ternura y complicidad.

San Valentín, protector de los corazones, 
sé mi guía en este viaje. 

Que cada latido sea una oración de gratitud 
por los favores recibidos y una súplica 
por los que aún esperan. 

Que el amor sea mi faro en la tormenta 
y mi refugio en la calma.

Amén.


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