VIRGEN DE GUADALUPE, SUS 3 ORACIONES MAS MILAGROSAS



ORACIÓN DE JUAN PABLO II

Oh Virgen Inmaculada,
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia,
Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia
y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza
te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús,
único Redentor nuestro.


Madre de misericordia,
Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser
y todo nuestro amor.


Te consagramos también nuestra vida,
nuestros trabajos, nuestras alegrías,
nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos
lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos
y recorrer contigo el camino de una plena felicidad
a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los Obispos,
para que conduzcan a los fieles
por senderos de intensa vida cristiana,
de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede
para que el Señor infunda hambre de santidad
en todo el Pueblo de Dios,
y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos,
fuertes en la fe, y celosos dispensadores
de los misterios de Dios.

Concede a nuestros hogares la gracia
de amar y de respetar la vida que comienza,
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.

Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso,
protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas,
y bendice la educación de nuestros hijos.

Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y,
si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver e El,
mediante la confesión de nuestras culpas y pecados
en el Sacramento de la Penitencia,
que trae sosiego al alma.

Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande
a todos los santos Sacramentos,
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.

Así, Madre Santísima, con la paz de Dios
en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal
y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría
y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre
y con el Espíritu Santo vive y reina
por los siglos de los siglos,

Amén.

 ORACIÓN II

Virgen Santísima de Guadalupe,
Madre de Dios, Señora y Madre nuestra.

Venos aquí postrados ante tu santa imagen,
que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego,
como prenda de amor, bondad y misericordia.
 

Aún siguen resonando las palabras
que dijiste a Juan con inefable ternura:
"Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo
como a un pequeñito y delicado,"
cuando radiante de hermosura te presentaste
ante su vista en el cerro del Tepeyac.

Haz que merezcamos oír en el fondo del alma
esas mismas palabras.

Sí, eres nuestra Madre;
la Madre de Dios es nuestra Madre,
la mas tierna, la mas compasiva.

Y para ser nuestra Madre y cobijarnos
bajo el manto de tu protección
te quedaste en tu imagen de Guadalupe.

Virgen Santísima de Guadalupe,
muestra que eres nuestra Madre.
Defiéndenos en las tentaciones,
consuélanos en las tristezas,
y ayúdanos en todas nuestras necesidades.

En los peligros, en las enfermedades,
en las persecuciones, en las amarguras,
en los abandonos, en la hora de nuestra muerte,
míranos con ojos compasivos
y no te separes jamás de nosotros.

Amén.

ORACIÓN III - MEMORARE

Acuérdate, oh misericordiosísima Virgen de Guadalupe,
que ninguno de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro
ha sido abandonado por ti.

Animado con esta confianza a ti acudo, Oh Virgen Madre!
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.

No deseches Oh Madre de Dios! mis humildes súplicas,
antes bien inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente.

Amén.

Cinco Ave Marías...in gratitude por las cuatro apariciones
a Juan Diego y una a Juan Bernardino.

Oh Virgen Inmaculada! Escucha la oración
que te dirigimos y preséntala a tu Hijo Jesús.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestro pueblo.
Queremos ser totalmente tuyos y fieles
siempre a Jesucristo en su Iglesia.

 Virgen de Guadalupe, bendice a nuestras familias.
Compadécete de nosotros y guíanos siempre a Jesús.

Y así, libres de todo mal, podremos
llevar a los demás la alegría y la paz
que sólo pueden venir de tu Hijo Jesucristo.

Amén.

Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio.

Oh Purísima Virgen de Guadalupe
alcánzame de tu Divino Hijo el perdón de mis pecados,
bendición para mi trabajo,
remedio a mis enfermedades y necesidades


y todo lo que tu creas conveniente pedir
para mi y mi familia.

Oh Santa Madre de Dios!
no desprecies las suplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes líbranos de todos los peligros.

Oh Virgen llena de gloria y bendición!
Por Cristo Nuestro Señor,

Amén.

Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio.

Santa María de Guadalupe, Mística Rosa,
intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice,
oye a todos los que te invocan en sus necesidades.

 Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos:

"Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios",
alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe.

Tu eres nuestra dulce esperanza
en las amarguras de esta vida.

Danos un amor ardiente
y la gracia de la perseverancia final.

Amén.

Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
en agradecimiento por el milagroso Retrato, milagro y continuo testimonio.





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