EL ROSARIO DE LA AURORA

Fue SS. León XIII el papa que en el último cuarto del siglo XIX consagrase el mes de octubre al rosario; además escribió doce encíclicas referentes al rosario; Insistió en el rezo del rosario en familia e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario".

 

De este modo se rubricó una practica piadosa que había adquirido, desde tiempo inmemorial, notable fervor popular: la costumbre del rezo del rosario de la aurora en el amanecer de los domingos del mes de octubre.

 

Esta devoción adquirió carácter general a raíz de la Batalla Naval de Lepanto (1571) en que la gran victoria de la Armada cristiana sobre el Turco fue atribuida por San Pío V a la milagrosa intervención de la Virgen del Rosario. En 1573 el Papa Gregorio XIII expidió un Breve estableciendo el primer domingo de octubre como festividad de la Virgen del Rosario.


Era tradición en algunos pueblos que desde el primer domingo de octubre, los hombres acostumbrados a alzarse del catre antes que levantase el sol, salían de sus casas sobre las seis de la madrugada y se concentraban en la plaza para comenzar el ruedo al pueblo, recorriendo las calles. Iban con una campanilla tocando y, cuando se paraban cantaban coplas con las que invitaban a los vecinos a desperezarse y salir a rezar el santo rosario.

 

Estos “despertadores” repetían siempre idéntico recorrido y esquema: cantaba el coro y finalizaba un solita haciendo bajo. En cada parada, la copla era diferente, se trataba de cantos sin acompañamiento instrumental y la temática siempre giraba entorno a la llamada al rosario o en loa de sus excelencias para incentivar así la participación popular en el mismo.

 

Estas delicadas melodías todavía perviven en la tradición oral de algunos pueblos. Tenían su parada obligada en el arranque de los principales callejones de las calles del recorrido y la primera y la ultima de las coplas se cantaban en la puerta del templo, al inicio y al final de la ronda.

 

Decían así:

1) Sacra aurora lucero brillante
humilde os pido vuestra protección
porque puedas los quince misterios
explicar versados con gran devoción.
 

De buen, de buen, de buen corazón
os suplico me deis vuestra gracia
para en el intento digno de atención.

2) A tu puerta ha llegado la Aurora
a pedir limosna si le quieres dar,
no te pide ni oro ni plata
sino que el Rosario vengas a rezar.

Venid (bis) Venid sin tardar
que María reparte su gracia
a aquel que antes llega a su sacro altar.

3) El demonio al oído te dice
hoy deja el Rosario, mañana ya irás,
no te engañes, levántate aprisa
que acaso mañana la muerte vendrá.
 

Feliz, feliz, feliz vivirás,
si el Rosario no dejas ni un día
la Reina del Cielo tú amparo será.

4) Es tu madre la Virgen María
que en sus santos pechos te quiere criar
y te llama cuando estas dormido
para en el Rosario darte de mamar.

Y no hay (bis) y no hay que dudar,
no se pierda lo que tanto vale
por la perecita de no madrugar.

5) Labradores, queréis que el pedrisco
no tale los campos y abunde la mies
cada día venid al Rosario
porque con María tendréis todo bien.

Que podéis (bis) que podéis temer,
si es María la Reina del Cielo
y tiene del suelo el centro y poder.


6) San Miguel con sus armas convida
a todos que acudan para pelear
con valor contra todo el infierno
sin temer cobarde su furia jamás.

Firmes (Bis) firmes pelear,
que segura tendréis la victoria
siguiendo los pasos de un caudillo tal.

7) Es cada Ave María una rosa
cada Gloria Patris, una linda flor
el Rosario una guirnalda hermosa
y se dan la mano al divino amor.
 

Tened (Bis) tened atención,
que María con estos adornos
es templo sagrado del gran Salomón.

8) Quien blasfema e insulta soberbio
al cielo y los Santos y el nombre de Dios
no blasfemes porque a María
tu lengua maldita el pecho afligió.

Ay Madre! (Bis) ¡Ay Madre que horror!
perdónales que el Santo Rosario
hoy todos rezamos por su conversión.

9) Por las puertas rosadas de oriente
asoma la Aurora con rostro infantil
y le aplauden dulcísimamente
batiendo sus palmas avecitas mil.

Id a (Bis) Id a despertar,
alternando con los pajaritos
el Santo Rosario venid A Rezar.

10) Al Rosario, cristiano al Rosario
el sueño sacude, no ya más dormir
que tu madre la Virgen te llama
su voz amorosa no dejes de oír.

Cris (Bis) Cristianos salid,
que al devoto del Santo Rosario
la Virgen María consuela al morir.

11) El Rosario es escudo y loriga
que el arma enemiga no puede pasar
es atajo que al Cielo conduce
es faro que luce en la tempestad.

Es segura (Bis) Es segura paz,
y consuelo del alma afligida
es salud y vida por la eternidad.

12) Si las fiestas osado profanas
a la Virgen clavas un duro puñal
mas si observas el día de fiesta
con rica cosecha te bendecirá.

La Misa (Bis) La Misa oirás,
reverente a los catecismos
procura si puedes jamás no faltar.

13) Hoy Domingo prometo azucena
jazmines y lirios ofrece Tomás,
Catalina presenta la rosa
y San Pio Quinto la gracia le da.

Que gusto (Bis) Que gusto dará
El mirar al Señor San Vicente
coronar tu frente Reina Celestial.

Los misterios que se rezaban era los gloriosos el texto de las coplas eran las siguientes:

Primer misterio:

La resurrección del Hijo de Dios.

Cuando viste a tu Hijo
Resucitado que gustosa
le diste dulces abrazos.

Hoy que estáis tan alegre
divina virgen haced que
de mis culpas yo resucite.

Segundo misterio:

la Ascensión

Cuando subió tu Hijo
Glorioso al cielo le
seguías con alas de tus deseos.

Pues sube Señor al cielo excelso,
no queden en la tierra mis pensamientos.

Tercer misterio:

La venida del Espíritu Santo

El Espíritu Santo tu Alma conforta
y con lenguas de fuego cantan tus glorias.

Soberana princesa del firmamento
repartid esos dones
con vuestros siervos.

Cuarto misterio:

La Asunción de María

Al emporio te elevas con noble fausto,
a quien diste tu pecho te da su lado.

Pues ocupas del trono la excelsa estancia
haz que los que te sirvan mueran en gracia.

Quinto misterio:

La coronación de María como reina de lo creado.

Tres personas divinas
con tres coronas
a ti llenan de gloria
llenan de gracia.

Se concluía con el canto de la Salve

Al concluir el rezo, llegando la comitiva al templo,

daba comienzo la Misa primera.