Oh mi único Señor Jesucristo,
que en tu infinita misericordia
con gran pena castigas nuestras culpas,
y por la infección del aire
nos quitas la salud y la vida corporal,
para que reconociéndonos y humillándonos
en vuestro acatamiento,
nos des la vida espiritual de nuestras almas:
que en tu infinita misericordia
con gran pena castigas nuestras culpas,
y por la infección del aire
nos quitas la salud y la vida corporal,
para que reconociéndonos y humillándonos
en vuestro acatamiento,
nos des la vida espiritual de nuestras almas:
Yo os suplico humildemente
por la intercesión de San Roque,
que si es para vuestra mayor gloria,
y provecho de nuestras almas,
me guardes a mí y a toda esta familia,
y a todo ser cercano o lejano,
de cualquier enfermedad
y de todo mal contagioso y pestilente,
y nos des entera salud del alma y cuerpo,
para que en tu santo templo te alabemos
y perpetuamente te sirvamos.
por la intercesión de San Roque,
que si es para vuestra mayor gloria,
y provecho de nuestras almas,
me guardes a mí y a toda esta familia,
y a todo ser cercano o lejano,
de cualquier enfermedad
y de todo mal contagioso y pestilente,
y nos des entera salud del alma y cuerpo,
para que en tu santo templo te alabemos
y perpetuamente te sirvamos.
Y tú, oh bienaventurado Santo,
que para ejemplo de paciencia,
y mayor confianza en tu patrocinio,
quiso Dios que fueres herido de pestilencia,
y que en vuestro cuerpo padecieses
lo que otros padecen,
y de vuestros males aprendieses
a compadecerte de los ajenos
y socorrieses a los que están
en semejante agonía y aflicción.
que para ejemplo de paciencia,
y mayor confianza en tu patrocinio,
quiso Dios que fueres herido de pestilencia,
y que en vuestro cuerpo padecieses
lo que otros padecen,
y de vuestros males aprendieses
a compadecerte de los ajenos
y socorrieses a los que están
en semejante agonía y aflicción.
Míranos con piadosos ojos, y líbranos,
si nos conviene, de toda mortandad,
por medio de tus fervorosas oraciones,
alcánzanos la gracia del Señor,
para que en nuestro cuerpo sano o enfermo
viva nuestra alma sana,
y por esta vida temporal, breve y caduca
lleguemos a la eterna y gloriosa,
y contigo gocemos de ella
en los siglos de los siglos.
Amén.
si nos conviene, de toda mortandad,
por medio de tus fervorosas oraciones,
alcánzanos la gracia del Señor,
para que en nuestro cuerpo sano o enfermo
viva nuestra alma sana,
y por esta vida temporal, breve y caduca
lleguemos a la eterna y gloriosa,
y contigo gocemos de ella
en los siglos de los siglos.
Amén.
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