NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA PARA PEDIRLE UN FAVOR


Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA PRIMERO 

ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO

En la playa de Chimisay, oh Virgen de Candelaria, Reina y Señora nuestra, te dignaste aparecer a dos sencillos pastores, para darnos a entender cuánto te agradan a Ti y a tu Divino Hijo la humildad de corazón y la sencillez de la vida. Alcánzanos del Señor por tu intercesión poderosa la gracia de una verdadera humildad en obras, en palabras y en sentimientos, a fin de que se cumpla en nosotros la evangélica promesa: El que se humilla será ensalzado.

Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria para que nos alcance con su intercesion las tres principales virtudes: caridad, humildad y pureza de corazón.

Medítese y pídase ahora la gracia que especialmente se desee conseguir en esta Novena.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Llenos de confianza, oh tierna Madre de Candelaria, abrimos ante Ti nuestro corazón; y envuelta en santos propósitos con deseos de ser mejores y crecer más cada día en nuestra devoción hacia Ti, te ofrecemos nuestra súplica, poniendo en tus manos el remedio de nuestras necesidades. Atended, piadosa, nuestros ruegos, oh Virgen de Candelaria, para que una vez más puedan ensalzar vuestra bondad, vuestro amor y vuestra misericordia los hombres en la tierra y los ángeles en el cielo. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA SEGUNDO 

ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO

Antes de que se anunciase en estas islas el Evangelio de tu Divino Hijo Jesucristo, oh Santísima Virgen de Candelaria, ya quisiste ser honrada, a su manera, por aquellos sus pobres habitantes y distinguirlos con tus maternales favores, a fin de preparar en sus almas los caminos de la fe, que sus hermanos de España habrían de predicarles. También hoy, oh tierna Madre, necesitamos que Tú nos alcances una gran fortaleza para profesar y defender ante la faz del mundo nuestra fe, a fin de que en el día del Juicio cumpla también en nosotros Jesucristo Su palabra: El que me confesare a mí delante de los hombres. Yo le confesaré también a él ante los ángeles en el cielo.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA TERCERO

ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO

Durante muchos años, oh Reina y Señora de Candelaria, quisiste morar en una humilde cueva, la de Chinguaro primero y poco después la de Advinico, como en tu vida mortal quisiste morar algún tiempo en el portal o cueva pobrisima de Belén, donde diste a luz al Redentor del mundo. Concédenos, oh dulcísima Madre, que siguiendo tus ejemplos seamos también nosotros en verdad pobres de espíritu, resignados y contentos con los trabajos y privaciones de la vida, para que alcancemos el premio que el Señor promete: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA CUARTO

ORACIÓN PARA EL DÍA CUARTO

Todo vuestro esfuerzo, oh Santísima Virgen de Candelaria, lo mismo cuando vivíais sobre la tierra, que cuando ya reinas en el cielo y en los altares, es hacer que los hombres conozcan más y más a vuestro Divino Hijo Jesucristo, y conociéndole mejor, con todas sus fuerzas le amen. Y porque en ese amor está todo nuestro bien, ayudadnos, dulce Madre, a amar a vuestro Jesús con todas nuestras fuerzas a fin de merecer que Él nos ame, y aplicando a nuestras almas su Sangre redentora nos dé en la tierra su gracia y en el cielo la gloria eterna.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA QUINTO

ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO

La señal que Jesús nos dio para saber quienes son sus discípulos, oh Santísima Virgen de Candelaria, es que nos amemos los unos a los otros. Nadie es discípulo de Jesús, es decir, nadie es cristiano de veras, sino siente y ejercita la caridad para con el prójimo. Nosotros somos cristianos y de veras queremos serlo. Alcanzadnos, oh dulcísima Madre, un sincero y eficaz amor de caridad para con nuestros prójimos, hasta para con nuestros mismos enemigos, a fin de que Jesús por discípulos suyos nos reconozca y en el último día nos lleve a su santo Reino.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA SEXTO

ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO

Ninguna pasión acaso pierde a tantas almas, oh Virgen de las Vírgenes, Reina y Señora de Candelaria, como la pasión inmunda de la sensualidad; y ninguna virtud capacita para ver a Dios y tratarle como la virtud de la pureza. Por eso Vos, oh dulcísima María, quiso el Señor, que aún siendo Madre suya, permaneciéseis siempre Virgen Inmaculada. Por este privilegio especialísimo que Dios os concedió, alcanzadnos, purisíma Madre nuestra, la gracia de dominar nuestros instintos bestiales, siendo puros en obras, en palabras y en pensamientos, para que merezcamos algún día ver cumplirse en nosotros la promesa de Jesús: Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA SÉPTIMO 

ORACIÓN PARA EL DÍA SÉPTIMO

Las luchas de la vida nos agobian, oh Santísima Virgen de Candelaria: los trabajos y sufrimientos de todo género nos hacen muchas veces irritarnos y ofender a Dios y nos ponen a punto de desfallecer: Y así perdemos el mérito; y en vez de disminuír nuestros sufrimientos se aumentan; ¿quien nos dara la paciencia que necesitamos, sino Vos, dulce Madre, Reina de los Mártires, que en tus dolores y soledad fuiste un modelo perfecto de fortaleza y sumisión a Dios? Haz que llevemos siempre en el alma el consuelo prometido a los que por Dios padecen: Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA OCTAVO

ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO

Somos hijos de Dios y somos hijos vuestros, oh Santísima Virgen de Candelaria, y los buenos hijos deben tratar con sus padres con frecuencia, como señal de amor y de respeto, y abrirles el corazón y comunicar con ellos todas sus cosas en plena confianza. Tratándose de Dios y de Ti, oh dulcísima Madre, en esto consistiría la verdadera devoción. Pero ¿lo hacemos así nosotros? ¿Os invocamos todos los días? ¿Acudimos a Vos en nuestras necesidades? ¿Os abrimos el corazón en nuestras alegrías y en nuestras penas, para daros gracias, para pediros fuerza y consuelo? ¡Ah!, ¡cuán lejos de todo eso estamos! Pero proponemos la enmienda; queremos portarnos en adelante como tus verdaderos devotos.

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.

DÍA NOVENO

ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO

El que no se tenga por pecador, él a sí mismo se engaña, dice San Juan. Y ¡son tantos desgraciadamente nuestros pecados! Pero cargados de pecados no se puede entrar en el cielo. ¿Quién pues, nos libertará? ¿Quién ofrecerá por nosotros ante la Justicia de Dios el necesario rescate?… Jesucristo por María. Porque María es Madre de Jesús y Madre nuestra; y ella sola con Jesús puede devolvernos la amistad de Dios. Por eso es María nuestra esperanza. Y el que en ella confía y es verdaderamente devoto suyo, ve siempre a lo lejos, aun entre las agonías de la muerte, una Madre gloriosísima que le sonríe, y las puertas del cielo abiertas…

Medítese y pídase la gracia que se desea. Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria. La Oración final se dirá todos los días.


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