SANTA ÁGUEDA. GOZOS


GOZOS

Pues con laurel virginal
Lucís mártir coronada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

De familia esclarecida
Sol de Sicilia naciste;
Y a Jesucristo serviste
Como su esclava rendida:
Este es blasón celestial,
Que más te ilustra y agrada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

De vuestra extraña belleza
Enamorado Quinciano,
Intentó rendir tirano
Vuestra virginal pureza
Llevaste triunfo cabal
Por treinta días tentada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Tan superiores talentos
Confundieron al Pretor;
Y él, ciego, apeló al rigor
De ecúleos y otros tormentos:
En todos te ven igual,
Firme, alegre y agraciada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Sufrís todos sus despechos,
Hasta el furor inbumano
De cortar infame mano
Vuestros virginales pechos:
Esa víctima especial
Dejais a Dios consagrada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

«¿No te avergüenzas (dijiste)
Cruel a más no poder,
De cortar a una nujer
Lo que en tu madre bebiste?
A los del alma inmortal
No llega tu fiera espada»:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Tus pechos y beridas sana
San Pedro con fiel desvelo;
Y tú das gracias al cielo
Por merced tan soberana :
Quedas toda angelical,
Tan noblemente curada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Carbones de faego aplica
A tu cuerpo el vil Pretor;
Mas el fuego de tu amor
Incendio mayor explica:
Sales de tormento tal
Mas lucida que abrasada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

En la cárcel recogida
A vuestro Esposo anhelais,
Y ferviente le rogais,
Que os suba a la eterna vida:
Él, amante y liberal,
Al cielo luego os traslada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Con una bella inscripción,
Que en tu sepulcro grabaron
Los ángeles, celebraron
Tu mérito y protección:
De tus tiranos fatal
Fué la muerte y desgraciada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

A los demonios venceis:
De terremotos librais:
Flujos de sangre curáis:
Los incendios detenéis:
Vale contra todo mal
Vuestra intercesión sagrada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Las mujeres que os imploran
En los males de sus pechos,
Viéndolos por Vos deshechos,
Por su médica os veneran;
Dadlas socorro puntual,
De sus penas apiadada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Carlos Quinto emperador,
Con quien fuiste siempre pía,
Aprobó la cofradía
Erigida a vuestro honor
En su Capilla real,
De muchas gracias dotada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

La piedra que recibió
Tus pechos, cuando cortados,
Veneramos humillados,
Por la dicha que logró;
De gracias da gran caudal,
Con viva fe venerada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.

Pues con laurel virginal
Lucís mártir coronada:
Sednos, Águeda, abogada
En esta vida mortal.


Antífona: 

Estando Santa Águeda en medio de la cárcel, 
extendidas sus manos oró al Señor: 

«Oh Señor Jesucristo, buen Maestro, gracias te doy, 
porque me hiciste vencer los tormentos de los verdugos:
 Dígnate, Señor, llevarme felizmente a tu inmarcecible gloria».

℣. Rogad por nosotros, bienaventurada Santa Águeda.

℞. Para que por vuestra intercesión seamos librados de todo mal.


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