SANTIAGO APÓSTOL. NOVENA PARA PEDIR SU FAVOR Y AYUDA


Oración para todos los días

Santiago gloriosisimo, Apóstol de Jesucristo, singular patrón de las Españas, padre de infinitos santos mártires, terror de los demonios, espanto de nuestros enemigos, a quien debemos después de Dios la fe que profesamos y que predicaste; como que la punta de tu espada la conquistó, a quien debemos tantos beneficios, y por todos estos méritos que Dios te dio te pedimos por tu intercesión el remedio de nuestras necesidades, las de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana, el acierto en el gobierno, la paz y tranquilidad en nuestro país y para todos tu divina gracia y consuelo que necesitamos, si es del agrado de la Majestad divina, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Primer día

Llamose Jacobo, celebérrimo nombre de los judíos, que se interpreta: el que ve a Dios: y le conviene, como que siempre tuvo a su Majestad en el corazón, fue uno de los de más familiaridad y confianza de Cristo. Llamábase Zebedeo que quiere decir: el que da o el que ha dado: y es cierto que nos da muchos dones, y fue dado por Dios para nuestro amparo, defensa y patrocinio.

Oración

Dios y Señor mió, que te dignaste ennoblecer a nuestro patrón con excelentes nombres de muy alta significación, para alentar nuestra confianza en nuestras necesidades y angustias que padecemos: te damos las gracias porque así elevasteis a maestro santo, y te suplicamos, mediante su intercesión, para que así vivamos en tu gracia y sea nuestro consuelo, te pedimos nos concedas la petición que hacemos si conviene a nuestro espiritual provecho. Amén.

Segundo día

Continuaba su ejercicio de pescador Santiago, en compañía de su padre, en Tiberiades. Cierto día andaba el Salvador en la ribera del mar, y mandó que con la ayuda de los Zebedeos, sacaran con trabajos las redes y llenaran ambas embarcaciones de pescados. Aquí llamó Cristo a San Pedro y a su hermano Andrés, quienes dejando las redes lo siguieron. Anduvo un poco el Divino Maestro, vio a Santiago y a su hermano Juan, llamóles y dejando peces, redes y padre siguieron a Jesús.

Oración

Misericordiosísimo Dios, que te dignaste prevenir con tu gracia a nuestro patrón Santiago, para que a tu divino llamamiento dejase todas las cosas de este mundo; te damos las gracias porque así favoreciste a nuestro santo; y te pedimos mediando su intercesión, nos asistas con tu gracia para que así dejemos las cosas que nos impiden la guarda de tus divinos preceptos; y concédenos el favor que imploramos si es de tu servicio y nuestro espiritual provecho. Amén.

Tercer día


Escogió el Soberano Maestro Jesús a Santiago para Apóstol entre, los discípulos por haber demostrado el más grande empeño en predicar la doctrina de su divino Maestro, habiendo sido uno de los más aventajados, de más confianza, familiaridad y amor. Comunicole Jesús, como a los demás Apóstoles el dón de hacer milagros; pero Santiago y su hermano se quisieron valer del poder en favor del Maestro; queriendo hacer bajar fuego del cielo, que consumiese a la ciudad de Samaria, que ingrata no dio hospedaje a Jesucristo.

Oración


Amantísimo Dios, poder y sabiduría infinita, que te dignaste no sólo de enseñar a nuestro santo Apóstol, sino aún de comunicarle familiarmente y descubrirle muchos secretos y misterios para nuestra enseñanza, y participarle vuestro poder de sanar enfermos y resucitar muertos te damos las gracias porque ensalzasteis a nuestro patrono y concédenos el consuelo que imploramos, siendo de tu servicio y nuestro provecho. Amén.

Cuarto día

Murió en una cruz Jesucristo, resucito glorioso, favoreció a sus Apóstoles, dioles soberanas facultades y sabiduría, y como a uno de ellos a Santiago el que ni llenó de privilegios, fue su ocupación el establecimiento de la Iglesia. Concurrió a la composición del credo diciendo aquel artículo, que fue: la concepción del Verbo en el purísimo vientre de Maria y su glorioso nacimiento, quedando Virgen y Madre de Dios. Concurrió a la predicación, en la que ocupó Santiago a la España.

Oración

Oh Dios mió! que ejercitasteis tu Omnipotencia en instruir Apóstoles que nos enseñaran la fe, y les diste poder para desatar las ligaduras de la culpa; te pedimos por tu intercesión que jamás nos apartemos de la creencia de los artículos que confiesa la santa Iglesia y que crezca más la devoción a Maria Santísima tu Madre Virgen nuestra abogada, a quien también suplicamos interceda, para que consigamos el beneficio que pedimos si conviene a nuestro espiritual provecho. Amén.

Quinto día

Predicó Santiago en la Judea y Samaria, según la orden que se dió a los Apóstoles, fue predicando de ciudad en ciudad la fe de Jesucristo, estableció en toda España la Religión, poniendo Obispos y confirmando a los creyentes; duró más de tres años su predicación, favoreció Maria Santísima, Madre de Dios a su tierno Apóstol, visitándole: estaba Santiago en oración con sus discípulos, se apareció sobre un pilar de jaspe sostenido de ángeles y le dijo: “En este lugar edificarás mi iglesia y mi altar”. Edificó el altar con la sagrada imagen sobre la columna, poniéndola bajo la protección de Maria Santísima. ¡Oh gloria del Santo Apóstol.

Oración

¡Oh Dios y Señor nuestro! que os dignasteis enviarnos en Santiago, un Apóstol tan celoso que nos enseñase y confirmase en la fe, que nos disteis en Maria Santísima del Pilar, un muro fuerte para nuestra defensa y amparo en nuestras angustias; suplicamos y pedimos por su intercesión nos deis el consuelo si conviene a tu mayor gloria y bien nuestro. Amén.

Sexto día

De España pasó Santiago a Jerusalén, dando cuenta de sus progresos al Príncipe de la Iglesia; alli continuó su predicación, convirtiendo a Pilato, discípulo del Mago Hermógenes; convirtiese Hermógenes, e irritados los judíos pidieron a Herodes lo condenase a muerte, lo cual se ejecutó. Conducido al suplicio, sanó a un paralítico; en este milagro convirtiese Josías; más enfurecidos los judíos pidieron la muerte de Josías, y los dos fueron degollados, en el mes, hora y día en que murió nuestro Salvador.

Oración

Dios infinitamente amoroso, que privilegiaste tanto a tu Apóstol, muriendo en el día, mes y hora en que Tú moriste. Dámoste las gracias por lo que le concediste, y te pedimos por su intercesión un corazón sencillo y no se endurezca como el de los judíos, y asimismo concédenos la fe que te pedimos. Amén.

Séptimo día

Hace Dios glorioso el sepulcro para sus fieles siervos como ha sido el de Santiago. Tiraron el sagrado cuerpo en un lugar inmundo, pero sus discípulos de noche lo recogieron y lo llevaron a Jope, puerto de mar, en donde encontraron una grande peña; ésta milagrosamente se abrió y allí enterraron el santo cuerpo, guardando la reliquia; sus discípulos edificaron un altar y allí se veneraba.

Oración

Omnipotente Dios, que concediste repetidos milagros, en honra del cuerpo de tu Apóstol; concédenos el consuelo espiritual y temporal, por lo que privilegiaste a Santiago; te suplicamos por su intercesión la merced que pedimos si nos conviene. Amén.

Octavo día

Se ha singularizado Santiago, y en especial en España; tomada ésta por los moros que vinieron con los pocos fugitivos españoles, dieron la batalla quedaron vencidos y angustiados: al siguiente día apareciese el Apóstol al Rey y le dijo: “Yo soy Santiago, a quien Dios encomendó la España; mañana seré en tu ayuda; los tuyos me verán a caballo con pendón blanco, al amanecer, y vencerás invocando el nombre de Dios y el mió”. Así se hizo y fue cumplida la victoria.

Oración


Dios infinito, Padre y Señor nuestro ahora se conoce que fue dado por Ti el Apóstol Santiago para defensa y amparo nuestro, pues ha asistido visible, armado y peleando en las batallas; te pedimos por su intercesión, que jamás prevalezca el poder del enemigo con nuestra debilidad, sino que con tu divina gracia y ayudado del patrocinio de Santiago, nos des el consuelo que te hemos implorado si es de tu agrado.

Ultimo día

Reconoció la España el beneficio, ofreciéndole su tributo anual, reconociéndole como su capitán; y son innumerables las victorias concedidas, apareciendo en muchas visible, armado y a caballo destrozando enemigos. No hay duda que es su patrón, que es su Apóstol, y los indianos sus hijos obligados al reconocimiento.

Oración

Amabilísimo Santiago, Patrón de mi alma, aplicad, os ruego, toda vuestra protección y valimiento para que el Dios de las misericordias me perdone los muchos delitos con que lo he ofendido, y me de gracia, y mis enemigos no tengan poder en mi, ni me venzan las pasiones; para que os imite en los méritos dignos de premio eterno, para que solicite la honra que vos tuvisteis de servirle en la tierra, y gozarle con vos y los demás bienaventurados en la gloria. Amén.

Oracion a Maria Santisima

Oh Maria! Hija del Eterno Padre, Madre del Eterno Hijo y Esposa del Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Trinidad, Virgen Inmaculada, Refugio de pecadores, recibe un tributo y obsequio a tu soberanía. Válganos también tu intercesión para alcanzar lo que te pedimos en esta novena quesea en la mayor honra y gloria de Dios.


SANTIAGO APÓSTOL

Santiago Zebedeo, Santiago, hermano de Juan, Santiago Boanerges, es decir, "hijo del trueno", y Santiago el Mayor. 

Su nombre es Santiago Zebedeo no tanto porque era un hijo carnal de éste, sino porque Zebedeo significa simultáneamente "dador" y "dado". El beato Santiago se entregó a Cristo a través de su martirio y Dios nos lo ofreció para ser nuestro patrón espiritual. 

Su nombre es Santiago, el hermano de Juan, no tanto porque él sido su hermano carnal, sino por la similitud de carácter entre ellos. Ambos tenían el mismo celo, la misma dedicación, la misma aspiración. El mismo celo por vengar al Señor, de modo que cuando los samaritanos se negaron a recibir a Cristo, Santiago y Juan dijeron: "Que descienda fuego del cielo y os consuma?" La misma aspiración de estar con Cristo, por lo que obtuvieron un asiento junto Él, uno a la derecha, uno a la izquierda. 

Es llamado "hijo del trueno" por la fuerza de su predicación que asustó a los malvados, excitó a los perezosos, despertó la admiración de todos por su profundidad. 

BEDA dice algo que también se aplica a Santiago: "Su predicación resonaba tanto tan alto que si fuera más alto, el mundo entero no podría contenerlo"

Su nombre es Santiago el Mayor, como el otro es el Menor, por varias razones. Primero, por vocación, por haber sido los primeros en ser llamados por Cristo. Segundo, por familiaridad, ya que Cristo tenía más intimidad con él que con el otro, permitiéndole tener acceso a secretos como la resurrección de una niña y la gloriosa Transfiguración. Tercero, por el martirio, en el cual fue el primero de los apóstoles a morir. Y también se le puede llamar Mayor porque antes porque antes que los otros recibió la gracia del apostolado y la gloria de la eternidad.

El apóstol Santiago, hijo de Zebedeo, después de la ascensión del Señor predicó en Judea y Samaria y se dirigió a España donde sembró a palabra de Dios. Pero al ver que no tuvo éxito y solo había ganado nueve discípulos, dejó allí a dos de ellos a predicar, y con los otros siete volvió a Judea. El maestro João Beleth dice que Santiago convirtió a una sola persona en España.

Ya de regreso en Judea, mientras Santiago predicaba la palabra de Dios, un mago llamado Hermógenes hizo un trato con los fariseos y envió a su discípulo Fileto al encuentro del apóstol para que, cara a cara con él, convenciera a los judíos de que su predicación era falsa, pero como a todos, el apóstol lo convenció racionalmente y realizó muchos milagros. Fileto volvió a Hermógenes aprobando la doctrina de Santiago, contándole los milagros que había visto, y tratando de persuadirlo a que se convirtiera también en discípulo. Enojado, Hermógenes recurrió entonces a su arte mágico para inmovilizar a Fileto, que no podía moverse en absoluto, y dijo:

"Veremos si Santiago puede liberarlo". Phileto ordenó a un sirviente que le contara a Santiago lo que había sucedido. Este le dio a un criado su pañuelo diciendo: "Y toma este pañuelo y dile: "Jehová levante a los oprimidos y libre a los que están atados". Tan pronto como Fileto tocó el pañuelo, los lazos de las artes de los hechizos de Hermógenes se rompieron. Filetón insultó a Hermógenes y fue a buscar a Santiago.

Lleno de rabia, Hermógenes comenzó a invocar demonios para traer atados a Santiago y a Fileto, porque quería vengarse de ellos, no fuera que sus otros discípulos, sabiendo lo que había sucedido, lo insultaran. Los demonios llegaron y se dirigieron a Santiago rugiendo por el aire: "Santiago apóstol, ten piedad de nosotros, porque todavía no llegó nuestro tiempo y ya estamos ardiendo". Santiago preguntó, "¿Por qué vinisteis?"

Respondieron: "Hermógenes nos envió a capturarte a ti y a Fileto y llevaros ante él, pero tan pronto como llegamos aquí, un ángel de Dios nos ató con ríos de fuego que nos atormentan grandemente" 

Santiago: "Que los ángeles del Señor os suelten y regresad a Hermógenes, traédmelo atado, pero ileso." Los demonios partieron, tomaron posesión de Hermógenes y le ataron las manos a la espalda, diciendo: "Nos enviaste a un lugar donde nos quemaron". Luego se lo llevaron atado a Santiago, a quien le pidieron: "Danos poder sobre este hombre para que podamos tomar venganza por habernos ofendido y haber causado nuestras quemaduras".

Santiago: "Fileto está delante de vovotros, ¿por qué no lo arrestáis?" 

Ellos: "No tenemos poder ni siquiera para toca una hormiga que esté en tu cuarto" se dirigió Santiago Fileto: "Según la enseñanza de Cristo, paguemos el mal con el bien. Hermógenes te arrestó, yo ahora te libero”. Esto sucedió, dejando a Hermógenes confundido. Santiago lo miró y le dijo: “Vete, eres libre para ir a donde quieras, no obligamos a nadie a convertirse a nuestra doctrina".

Dijo Hermógenes: "Yo conozco la ira de los demonios, y si no me das algo que pueda llevar conmigo, me matarán" 

Santiago le dio su báculo, Hermógenes fue a buscar sus libros de artes mágicas y se los dio para ser quemados. Pero Santiago temiendo que el fuerte olor del fuego pudiera molestar a los desprevenidos, ordenó que los libros fueran arrojados al mar. Después de hacerlo, Hermógenes volvió a junto al apóstol y postrándose a sus pies, dijo: "Libertador de las almas, acoge a este arrepentido que te ha calumniado hasta ahora, movido por la envidia". Y comenzó a sobresalir en el temor de Dios y a realizar muchas buenas obras.

Al ver a los judíos que Hermógenes se había convertido por celo de Santiago, procedieron a reprenderlo por predicar a Jesús el crucificado. Él sin embargo, apeló a las Escrituras, mostró en ellas las evidencias del advenimiento y la pasión de Cristo y muchos llegaron a creer. 

Abiatar, que era Sumo sacerdote aquel año, levantó al pueblo, y prendieron a Santiago, le ataron una cuerda al cuello y lo llevaron ante Herodes Agripa, quien lo mandó decapitar. Cuando lo conducían al lugar de la decapitación, un paralítico que estaba tirado en el camino le pidió al apóstol que curara. Santiago dijo: "En el nombre de Jesucristo, por cuya fe soy llevado a la decapitación, levántate sano y bendice a tu Hacedor", e inmediatamente el paralítico se levantó sano y bendijo al Señor.

El escriba llamado Josías, que había puesto la cuerda alrededor de su cuello de Santiago y tiraba de ella, al ver esto se arrojó a sus pies y le pidió que lo recibiera como cristiano. Al ver esto, Abiatar agarró a Josías: "Si no maldices el nombre de Cristo, te haré decapitar junto con Santiago". Josías respondió: "Te maldigo a ti y maldigo todos tus días. Bendito sea el nombre del ¡Señor Jesucristo para siempre!" 

Abiatar mandó abofetearle y envió un mensajero a Herodes pidiéndole permiso para decapitarlo con Santiago. Cuando estaban a punto de ser decapitados, Santiago le pidió al verdugo una botella de agua con la que bautizó a Josias. Inmediatamente sus cabezas fueron cortadas y su martirio consumado. 

La decapitación del beato Santiago tuvo lugar el 25 de marzo, es decir, en la fecha de la anunciación del Señor. Su cuerpo fue trasladado a Compos Tela el 25 de julio, pero su tumba no estuvo lista hasta enero. 


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