SANTOS NAZARIO Y CELSO. ORACIÓN PARA LOS PADRES QUE PIDEN PROTECCIÓN Y AYUDA PARA SUS HIJOS



¡Oh! Glorioso San Nazario,
que conseguirte la palma de los mártires
por tu tremenda implicación, hasta el punto de aceptar 
el martirio para manifestar tu fe, aun siendo niño,
a la grandeza de Dios, Nuestro Señor.

Una vez que que decidiste seguir a Nuestro Señor,
renunciaste a tus riquezas terrenales
las repartiste todas a los pobres y necesitados,
y comenzaste a predicar ante los incrédulos,
 realizando grandes milagros.

Llevaste contigo al niño Celso,
tu elegido discípulo, quién contigo aprendió
la ley, la devoción  y obediencia a Dios,
y a quién protegiste durante su corta vida,
con todo tu amor, dulzura y paternalidad,
encauzándolo por el camino de la fe.

Fuiste padre adoptivo y amoroso,
que siempre mostraste los valores humanos
y la adecuada educación para quién fue tu pupilo.

Hoy, yo, fiel devoto tuyo, te pido
que me concedas la iluminación y la coherencia
para saber actuar en la educación de mis hijos,
y que esté acertado en las decisiones,
que como adulto tome sobre él,
para conseguir que los valores que pueda inculcarle
hagan de él, un hombre (o mujer) de bien.

Es mi petición, para ti, que por ser favorito de Dios
todo lo puedes conseguir, que mi hijo (a),
encuentre su camino, y que su vida
sea modelo y ejemplo, de virtud y honradez.

A ti te lo encomiendo, santo mio,
porque con tu especial protección
nada he de temer ni dudar.

Amén.

Rezar Padre Nuestro, Ave María y Gloria
para hacer esta petición.


SAN NAZARIO

Nazario es lo mismo que Nazareno, que significa "consagrado" "puro" "discreto" "florido" o "guardián". 

Cinco cosas son características del hombre, pensamiento, afecto, intención, acción y palabra. El pensamiento debe ser santo, el afecto puro, la intención recta, la acción justa, el discurso moderado. todas estas cosas existían en el bienaventurado Nazario. 

Tenía un pensamiento santo, por lo tanto pudo ser llamado consagrado. Afecto puro, de ahí que se le llame puro. Intención recta, por eso se llama discreta, porque la intención define las obras, y con un ojo inocente el cuerpo es transparente, con un ojo disoluto el cuerpo es oscuro. Sus acciones fueron justas, de ahí que se las llame floridas, porque los justos florecerán como el lirio. Su discurso era moderado, de ahí que se le llamara guardián, puesto que vigilaba sus caminos y no pecaba con la lengua.

Celsus, "excelente", se elevó por encima de sí mismo, porque por la fuerza de su voluntad venció a su corta edad. Se dice que Ambrósio encontró la narración de sus vidas y martirio en el libro de Gervásio y Protasio. Pero en algunos libros se dice que un filósofo dedicado a Nazário escribió su martirio, colocado por Ceratius junto a los cuerpos de estos santos cuando fueron sepultados.

Nazário era hijo de un varón muy ilustre, pero judío, llamado africano, y de la beata Cristiana Perpétua, una romana noble, bautizada por el bienaventurado apóstol Pedro. Cuándo tenía nueve años, Nazário se sorprendió mucho al ver a su padre y a su madre en diferentes prácticas religiosas, porque ella seguía la ley del bautismo y él seguía la ley sabática. Cada uno trató de atraerlo a su creencia, pero dudó a cuál de los dos unirse. Dios finalmente quiso que siguiera los pasos de su madre, y recibió el santo bautismo del entonces todavía beato, Papa Linus. 

Su padre trató de desviarlo de su santo propósito contádole los diferentes tormentos que se infligían a los cristianos. 

Nazario vivió muchos años después de ser bautizado y murió martirizado por Nerón, quien crucificó a Pedro en el último año de su reinado. Linus fue papa después de la muerte de Pedro.

Nazario no estaba de acuerdo con su padre, con gran firmeza prefería a Cristo. Ante las advertencias de sus padres, temeroso de que lo mataran, salió de la ciudad de Roma con siete animales cargados de riquezas y recorrió las ciudades de Italia dándoselas a los pobres. Diez años después desde su partida de Roma, llegó a Piacenza, luego a Milán, donde encontró detenidos a los santos Gervásio y Protásio. Cuando se supo que Nazário animó a estos mártires, fue inmediatamente llevado ante el alcalde, y como persistía en confesar a Cristo, fue golpeado con varas y expulsado de la ciudad. 

Mientras iba de un lugar a otro, su madre, que había muerto, se le apareció, consoló a su hijo y le aconsejó que fuera a la Galia. Cuando llegó a una ciudad de la Galia llamada Ginebra, convirtió a mucha gente y una señora le ofreció a su hijo, llamado Celso, que era un niño hermoso, rogándole que lo bautizara y lo llevara con él.

Cuando el prefecto de los galos se enteró de esto, lo arrestó junto con el niño Celso, con las manos atadas a la espalda y cadenas al cuello, para ser torturado al día siguiente. Pero la esposa del alcalde le dijo que era injusto matar inocentes y anticipar la venganza de los dioses omnipotentes. Ante estas palabras, el alcalde dejó ir a los santos, pero les prohibió predicar allí.

Nazário luego llegó a Trier, donde fue el primero en predicar a Cristo, convirtió a muchas personas y edificó una iglesia. Cornelio, representante de Nerón, se lo comunicó al emperador, quien envió cien hombres para arrestarlo. Lo encontraron junto al oratorio que había construido y le ataron las manos diciendo: "El gran Nerón te llama" Nazario:

"Un rey perturbado ha perturbado a los soldados. ¿Por qué no vinieron cortésmente diciéndome 'Nerón te llama'? Yo hubiera ido. Entonces lo llevaron encadenado a Nerón. El pequeño Celso los siguió llorando, por lo que recibió varias bofetadas. 

Después de verlos, Nerón los hizo encarcelar hasta que decidió con qué torturas los mataría.



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