SANTOS ABDÓN Y SENÉN. ORACIÓN PARA SITUACIONES DESESPERADAS EN LA VIDA



Oh gloriosos santos y mártires, Abdón y Senén
que sois gloria de la fe cristiana,
y que tantos milagros realizáis
con la intercesión de Nuestro Señor Jesús.

A vosotros acudo en este momento
en que me encuentro desolado
por tantas circunstacias adversas
que concurren en mi vida
y que sin vuestra ayuda, no podré solucionar.

Yo, hoy, abrumado por la pena y el desaliento,
recurro a vosotros y solicito ayuda
para aliviar mi angustia y dolor.

Son tantas la circunstacias adversas
que concurren en mi vida
que me encuentro desesperado:

Me falta la estabilidad económica,
emocional, laboral, familiar y física,
no puedo continuar así, o sucumbiré.

Vosotros dos, santos mios,
que por tantas dificultades pasastéis
y de todas salísteis airosos,
que con la ayuda de Nuestro Señor, 
dominando a las fieras que os querían devorar,
y que mantuvistéis intacta vuestra fe
hasta dar vuestra vida por ella,
acudid a mi llamada y confortadme.

Todo lo tuvistéis y todo lo dísteis.
Hasta vuestra vida en sacrificio.
Por eso sois favoritos de Dios
y no os negará ningún favor:

Os suplico que intercedaís por mi
pera que Dios se apiade de mis dificultades
y que con su benevolencia
ponga sus ojos sobre mi, pobre pecador,
y me me ofrezca nuevas soluciones
para tantas angustia, ansiedad y problemas.

Con vuestra mediación y mi fe,
estoy seguro de salir adelante,
amados santos míos,
para gloria de Dios y honra vuestra.

Amén.


SANTOS ABDÓN Y SENÉN

Abdón y Senén sufrieron martirio bajo el mandato del emperador Decio, quien al someter a Babilonia y otras provincias llevó a los cristianos que encontró a la ciudad de Córdoba, donde los mató con diferentes torturas. 

Fueron enterrados por dos virreyes, Abdón y Senén, quienes, descubiertos, fueron llevados encadenados ante Decio en Roma. Ante Decio y el Senado, se propuso que se sacrificaran a los dioses paganos para recuperar su libertad, de lo contrario serían arrojados a las fieras salvajes y desgarrados y devorados por ellas. 

Cómo despreciaron a los ídolos y escupieron sobre sus imágenes, fueron llevados al anfiteatro y arrojado a dos leones y cuatro osos, que, sin embargo, no tocaron a los santos, al contrario, los protegieron. 

Luego fueron asesinados con una espada y arrastrados con los pies atados a una imagen del Sol, junto a la cual fueron abandonados durante tres días, hasta que el subdiácono Sirino los recogió y los enterró en su casa.

Abdan y Senen fueron martirizados alrededor del año 253 d.C. En la época de Constantino estos mártires, junto con otros dos, revelaron a los cristianos dónde estaban sus cuerpos, los cuales fueron trasladados al cementerio de Ponciano, donde Dios les permitió hacer muchos milagros en beneficio del pueblo.


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