Necesitas:
9 VELAS DE COLOR ROJO Y BLANCO,
una para cada día,
rezando la siguiente oración:
INICIO
Confío en ti mi Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
Mi señor Jesús mi único salvador con todas mis fuerzas
te pido la gracia que tanto deseo:
Que_____________regrese a mi nuevamente.
Señor date cuenta que yo puedo darle
la felicidad que el necesita.
Remueve Señor de nuestro camino todo aquello
y a aquellas personas que nos han querido separar.
Sana su corazón señor para que vuelva a ser conmigo
como lo era al principio de nuestra relación.
Ayúdame señor a recuperar a __________________
para poder hacerlo feliz y serlo yo también.
Confío en ti señor, AMEN.
ORACION A SANTA MARTA:
Oh! Santa Marta, Virgen Dominadora de la serpiente,
Virgen por carabanchel vas a consumir hoy por la llama
con que se enciende esta vela
y por el algodón con que se limpiaron los santos oleos,
te enciendo yo esta vela para que remedies mis necesidades,
socorras mis miserias y venzas todas mis dificultades
como venciste la fiera brava que tienes a tus pies.
Santa Marta para ti no hay imposibles, dame suerte,
y dinero para cubrir mis miserias y necesidades.
Vos que salvasteis a un niño de segura muerte envuelto
por una serpiente y al cual Dios, por intercesión de Santa Marta,
le concedió al niño, por medio del toque de un clarín o silbato
se acercaran respetando su inocencia.
Así mismo deseo Santa Marta mía, que por intercesión de San Cipriano,
me libres de toda maldad y castigues
a todo aquel que pretende hacerme daño,
permitiendo que la serpiente que arropa a Santa Marta
los domine enredándosele en su cuerpo hasta que se arrepienta
y me pida perdón de rodillas.
Así mismo encomiendo en mi fe a San Wenceslao y San Cipriano
para que_______________ (sea mi marido),
me atienda y no me desampare en mis necesidades,
de lo contrario Santa Marta lo domine con la serpiente,
para que venga manso a mis pies.
AMEN.
Así madre mía concédeme que ____________
(Decir el nombre)
no pueda ni vivir tranquilo hasta que a mis pies venga a parar.
Así madre mía, concédeme lo que te pido
para aliviar mis penas por el amor de Jesús.
Santa Marta virgen que al monte entraste,
las fieras bravas espantaste, con tus cintas las ataste
y con tu hisopo las amansaste,
así madre mía si esto es verdad, por favor concédeme
que _______________ regrese a mí para siempre.
Santa Marta quiero que________________
regrese a mí_________________
para que me haga feliz y hacerlo feliz yo a él.
Santa Marta concédeme que_____________________
no pueda ni vivir tranquilo, ni con amigos
ni con amigas hablar ni socializar,
ni en silla sentarse, ni en mesa comer, ni en cama acostarse,
ni que tenga un momento de tranquilidad
ni que encuentre satisfacción ni felicidad en nada ni con nadie,
hasta que a mis pies venga a parar.
Santa Marta no permitas que___________________
se enamore de ninguna mujer ya sea joven o vieja,
guapa, fea, blanca, o negra.
Santa Marta, tampoco permitas que ninguna mujer ni vieja
ni joven, guapa, fea, blanca, o negra
se enamore de_______________ porque él es mío.
Que cada minuto que________________________
pase en su lugar de trabajo siempre piense en mí y solo en mí.
Santa Marta que cuando_________________
se encuentre en su hogar piense en mí y me recuerde
y me extrañe todo el tiempo.
Que cuando______________se acueste a dormir,
cuando se levante, cuando se este bañando,
se encuentre en un bar,
una fiesta, una reunión entre amigos, en el supermercado,
caminando por la calle,
me extrañé, piense en mí y me recuerde con nostalgia
a mi ________________________, y se sienta solo
y se arrepienta de haberme dejado.
Que cuando_____________________
vea parejas de enamorados
se sienta solo y aburrido, y recuerde todo el amor que yo le di
y el que todavía tengo para darle y lo desee tener de nuevo.
Santa Marta que nadie acepte las invitaciones
de__________________
para ir a su casa, que siempre lo rechacen.
Que_________________se sienta entristecido
y arrepentido por haberme dejado,
y atormentado por los remordimientos
por haberme hecho sufrir.
Que___________________sienta celos
pensando que otro hombre me quiera tener
y que solo piense en llamarme para reconciliarnos
porque desea regresar conmigo_________________.
Que__________________ se sienta solo
y abandonado por todos y se de cuenta que nadie lo va a aceptar
tal cual es él como lo hice yo.
Que _________________
sienta en su corazón
que nadie esta más dispuesta que yo____________________
a dejarlo todo y correr a su lado.
Que _______________ no sienta satisfacción
con nada ni con nadie ni en ningún lugar.
Santa Marta que_____________________
vuelva a sentir la atracción, el gusto, necesidad,
y amor que sintió por mí
al principio de nuestra relación y quiera
volver a intentarlo conmigo que soy________________________.
Santa Marta ampárame y ayúdame por el amor de Dios.
Amén.
Santa Marta por favor, concédeme el deseo que te pido,
Domina y tráeme enamorado a_________________,
por el amor de Dios,
Amén
Santa Marta por favor, concédeme el deseo que te pido,
Domina y tráeme enamorado a_________________,
por el amor de Dios,
Amén
Santa Marta por favor, concédeme el deseo que te pido,
Domina y tráeme enamorado a_________________,
por el amor de Dios,
Amén
SANTA MARTA
Santa Marta, fue quien hospedó a Cristo. Descendiente de reyes, era hija de Ciro y Eucalia.
Su padre fue gobernador de Siria y de muchas otras provincias. Como herencia de su madre, Marta y sus hermanos recibieron tres fortalezas, Magdala, Betania y una parte de la ciudad de Jerusalén. En ninguna parte está escrito que ella tuviera marido o que viviera con un hombre.
Esta noble hospedadora del Señor quería que su hermana también se dedicara a Él, pues le parecía que nada en el mundo era demasiado para tan importante huésped.
Después de la ascensión del Señor, cuando los discípulos se dispersaron, ella, su hermano Lázaro, su hermana María Magdalena y también el Beato Maximino, que los había bautizado, y a la que había sido encomendada por el Espíritu Santo, fueron, junto con muchos otros, enviados por los infieles en un barco sin remos, velas, timón ni comida.
Guiados por Dios, llegaron a Marsella. Desde allí fueron a Aix-en-Provence, donde convirtieron a la población local.
La Beata Marta fue muy elocuente y compasiva con todos.
Había en ese momento en la región del Ródano, en el bosque entre Arles y Avignon, un dragón mitad animal, mitad pez, más gordo que un buey, más largo que un caballo, con dientes afilados como una espada y puntiagudos como cuernos, equipados a cada lado con dos escudos. él conseguía esconderse en el río para hundir los barcos y matar a todos los que pasaban. Había venido por mar de Galacia, en Asia, engendrado por Leviatán, culebra acuática muy feroz, y por el animal Onaco, originario de aquel región.
Contra sus perseguidores lanzaba sus excrementos a gran distancia como si fueran dardos, y todo lo que tocaban y cubrían quedaba como quemado por el fuego.
A pedido del pueblo, Marta fue al bosque, donde lo encontró comiéndose a un hombre, le echó agua bendita y le mostró una cruz. Instantáneamente vencido, inmóvil como un oveja, Santa Marta lo ató con su cinturón y la gente lo mató con lanzas y piedras.
El dragón fue muerto por los tarascoños, y en memoria de este lugar todavía se conoce como Tarasco, en lugar de Nerluc, como más bien, que significa "lago negro" porque allí el bosque era negro y lúgubre.
Allí vino a vivir la bendita Marta, con el acuerdo de su amo Maximino y su hermana, entregándose a la oración y al ayuno ininterrumpido. Más tarde, después de haber reunido un gran número de seguidores, construyó allí una gran basílica en honor de la Santísima Virgen María. Marta llevó una vida muy estricta, evitando la carne, todo tipo de alimentos grasos, huevos, queso y vino. Todos los dias comía una sola vez y hacía cien genuflexiones al día y otras tantas de noche.
Una vez, cuando estaba predicando cerca de Avignon, entre la ciudad y el Rhone, un joven que estaba al otro lado del río queriendo escuchar sus palabras, pero sin bote, comenzó a nadar y de repente fue arrastrado por el río y pronto se ahogó. Dos días después tu cuerpo fue encontrado y puesto a los pies de Santa Marta para que resucitara. Se postró en forma de cruz y oró:
"Oh Adonai, Señor ¡Jesucristo que una vez resucitaste a mi hermano Lázaro, tu amigo!
Mi querido huésped, por la fe de los que me rodean, resucita este joven!"
Ella tomó la mano del niño, y pronto resucitó y recibió el santo bautismo.
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