Recuerda, amada Madre,
Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
que tu Divino Hijo
te ha concedido el poder inefable,
sobre su bendito Corazón Sagrado.
En este día acudo a ti
bendita Señora
lleno de confianza en tu misericordia,
en tu bondad y dulzura,
y en tu divina compasión
a solicitarte amparo y protección.
Celestial guardiana del Sagrado Corazón
de tu amadísimo Hijo Jesús,
Corazón que es manantial infinito
de todas las gracias, de todos los dones,
de todas las bendiciones y de todo bienestar,
sé Tú, su bendita Madre,
quien me abra el camino a Él,
y por tu intercesión poder conseguir
que su inmenso amor y compasión
fluyan sobre todos los hombres,
derramando su bondad y misericordia,
que sea la luz que nos guie,
y la salvación de nuestras almas.
Así mismo, te suplico que me concedas
los favores que busco
para dar fin a mis carencias y dificultades:
(Exponer la gracia que se desea conseguir)
Se que nunca me rechazarás,
Madre misericordiosa y compasiva,
y que escucharás amablemente mi plegaria
¡Oh! Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
pues conoces el amor y la fe que te profeso
y nadie mejor que tu sabe de mis penas.
Tu corazón también es grande y sagrado,
doliente en las dificultades de tus hijos,
y tan piadoso que a nadie dejas sin respuesta,
repartiendo favores y dones
donde antes solo había dolor y desdicha.
Ayúdame Madre mía,
pues soy tu hijo y en ti confío
con toda la fe de mi alma.
Amén.
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