Santo Tomás nació alrededor del año 1225 en el castillo de Roccasecca, de la ilustre familia de Aquino en Nápoles, siendo el menor de 5 hermanos. Su Padre, el Señor de Roccasecca, era de origen Lombardo.
Pasó como oblato los primeros años de su formación religiosa ingresando a la edad de 5 años en el convento de los benedictinos de Montecassino.
A la edad de 14 años, en 1239, tras la ocupación del monasterio por las tropas del emperador, santo Tomás, fue enviado al monasterio benedictino de San Demetrio en Nápoles, y en esta ciudad entró en contacto con algunos frailes dominicos, haciendo amistad con Juan de San Giuliano, quién influyó decisivamente en la determinación del santo para ingresar en la orden de Santo Domingo, hecho que ocurrió hacia el año 1244, poco después del fallecimiento de su padre.
Este hecho no fue del agrado familiar que hubieran preferido que alcanzara la Abadía de Montecassino ya que la orden de Santo Domingo de Guzmán, de padres predicadores, existía desde hacía pocos años, no llegaban a 25, todavía no gozaba de mucho prestigio y por lo tanto apenas tenía influencias.
En el año 1246, Tomás acompañó al maestro general de la Orden, Juan el Teutónico, al capítulo general de la misma que se iba a celebrar en París y aquí residió desde 1246 hasta principios de 1248, y terminó el noviciado que había empezado en Nápoles, además de continuar sus estudios en la facultad de Artes de la Universidad de París y empezar los de Teología en el convento de Saint-Jacques. Estudió bajo el magisterio de san Alberto Magno, a quien acompañó a Colonia en junio de 1248, llegando a ser su alumno predilecto (1248-1252).
A la edad de 30 años recibió el grado de maestro en Teología en la Universidad de París. Su actividad no fue solo la de profesor bachiller sentenciario, también era predicador, consultor de obispos y papas y defensor de la fe y allí residió hasta el año 1259 que emprendió su regreso a Nápoles.
En este regreso le acompañaba su amigo y secretario, Reginaldo de Piperno, quien seguiría junto a el hasta su muerte. En Italia estuvo diez años como predicador general y profesor. En el convento de Santo Domingo de Nápoles, Tomás pudo terminar, en 1264, la Suma contra los gentiles, cuya redacción ya había comenzado en París.
Escribió muchas obras comentando la Sagrada Escritura, obras de teología (las más famosas son la Summa teológica y la Summa contra gentiles) y obras comentando los principales escritos de Aristóteles y de otros grandes estudiosos del pensamiento filosófico.
Santo Tomás de Aquino fue un autor muy prolífico y, desde luego, el autor del que más trabajos se conservan. Su gran obra divide en cinco clases de escritos:
En este regreso le acompañaba su amigo y secretario, Reginaldo de Piperno, quien seguiría junto a el hasta su muerte. En Italia estuvo diez años como predicador general y profesor. En el convento de Santo Domingo de Nápoles, Tomás pudo terminar, en 1264, la Suma contra los gentiles, cuya redacción ya había comenzado en París.
Escribió muchas obras comentando la Sagrada Escritura, obras de teología (las más famosas son la Summa teológica y la Summa contra gentiles) y obras comentando los principales escritos de Aristóteles y de otros grandes estudiosos del pensamiento filosófico.
Santo Tomás de Aquino fue un autor muy prolífico y, desde luego, el autor del que más trabajos se conservan. Su gran obra divide en cinco clases de escritos:
- Comentarios bíblicos.
-Comentarios filosóficos o teológicos (de Aristóteles, Boecio..)
- Cuestiones disputadas.
- Opúsculos sobre temas diversos.
- Dos sumas, Suma contra los gentiles y Suma teológica
El 7 de marzo de 1274 entregaba su alma a Dios, en la abadía de Fossanova en el trascurso de un viaje que había de llevarle al Concilio de Lyon, en el que iba a tomar parte junto con san Buenaventura, de quien era muy amigo.
Su canonización fue el 18 de julio de 1323 por Juan XXII.
San Pío V lo proclamó «doctor de la Iglesia» en 1567, y León XIII, patrono de las escuelas católicas en 1879.
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