SANTA MARÍA MAGDALENA, 2 ORACIONES PARA LOS QUE SUFREN POR AMOR


Santa María Magdalena, por su conversión sincera y por el ardiente amor a Cristo que en varias ocasiones manifestó es una de las santas más querida y venerada. A ella recurrimos cuando sufrimos por amor.
 
ORACIÓN
 
Santa María Magdalena,
mujer pecadora,
que por tu conversión mereciste
ser amada por Jesús,
gracias por tu testimonio de que Jesús
perdona a través del milagro del amor.

Tú, que ya posees felicidad eterna
en Su gloriosa presencia,
intercede por mí,
para que algún día pueda compartir
la misma alegría eterna.

Santa María Magdalena,
mujer que ante la muerte de Jesús.
aún no sabías lo que te esperaba,
pero sentiste confusión, duda y pérdida.
Ora por aquellos cuyos sentimientos
tu entiendes tan bien.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
que cuando regresaste corriendo a la tumba
viendo que estaba vacía,
tu corazón y tu mente no sabían que pensar.
Ora por aquellos que temen lo peor,
que están preocupados por lo que podría ser.
Guíanos a través de tu historia
a la promesa de que todo estará bien.



Santa María Magdalena,
que estuviste desolada al pie de la cruz,
pero encontraste el valor para llegar a la tumba
para ungir a tu Señor.
Ora por aquellos que esperan,
y por aquellos que encuentran el coraje para actuar.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
mujer de fe,
ora por aquellos que están solos,
que sienten que no son lo suficientemente buenos,
que sienten inadaptados.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
que no entendiste pero creíste.
Ora por lo que buscamos entender mejor
lo que Dios quiere para nosotros.
Ora por aquellos para quienes
atraviesan momentos difíciles y desafiantes.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
que todavía no sabías lo que te iba a deparar el futuro,
pero tu amor por el Señor te sostuvo junto a su tumba.
Ora por aquellos que están en lugares oscuros,
que se sienten sin esperanza
y por aquellos a quienes se les hace pesada la vida.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
que aún triste por su muerte
no pudiste reconocer a tu Señor resucitado.
Ora por aquellos que no saben qué esperar,
por aquellos por quienes tienen miedo a la decepción.
Guíanos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
quien eres venerada a lo largo de los siglos
como imagen verdadera del amor sufriente,
del amor desesperado,
del amor sublime y verdadero.
Ora por aquellos que atraviesan
por momentos de sufrimiento por amor,
que experimentan la decepción,
que tienen el corazón roto,
que se sienten solos y desesperados,
que sienten que no pueden seguir adelante
por su pérdida amorosa.

Por ellos que tu conoces tan bien
porque sufren como tu sufriste...
Ora y guíalos a través de tu historia
a la esperanza de la resurrección.

Santa María Magdalena,
mujer feliz por la resurrección de tu amado:
Ruega por todos nosotros,
para que tengamos la certeza
de que Jesús está vivo
y trabajando a través de nosotros.
Guíanos a través de tu historia,
enséñanos a vivir siempre
a la luz de la resurrección.

Amén

En los Santos Evangelios se nos habla de María la pecadora, de María la hermana de Marta y de María Magdalena. ¿Eran distintas o era una sola persona?

San Gregorio Magno con diversos intérpretes, así como la Liturgia en la Misa de la Magdalena las identifica y hasta parece confirmarlo la actitud de la misma Magdalena al pie de la Cruz y en la Resurrección. No obstante, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo creen que la María de que se nos habla en San Juan 12,3 no es idéntica a la pecadora que unge a Jesús en Lucas 7,36-50, y no faltan quienes creen que estos tres nombres corresponden a tres personas diferentes.

Nosotros seguimos el primer criterio, por ser el más común, o sea, que las tres son una sola persona.

María Magdalena, cuya fiesta se celebra el 22 de julio, al parecer era natural de Betania, donde vivió después de sus años de libertinaje, con sus hermanos Lázaro y Marta. La tradición nos dice que vivió en su juventud en el castillo de Magdala, que está cerca de Cafarnaún, de donde le sobreviene el nombre de Magdalena.


Como Jesús pasaba con frecuencia por aquellos pueblos predicando su Evangelio, sin duda la Magdalena le oiría la dulce invitación: "Yo no vine por los justos, sino por los pecadores", y entonces fue cuando su alma tierna y delicada sintió los remordimientos de conciencia, los castigos que merecía por su vida escandalosa, y al ver que Dios al que tanto había ofendido la esperaba, se arrepintió y llorando sus pecados, siguió a Jesús, el Salvador de los hombres.


 
ORACIÓN

Gloriosa Santa María Magdalena
que después de la Santísima Virgen
fuiste la mujer que sintió mayor tristeza
por la muerte del Señor.

Tu, que siendo pecadora
te arrojaste a los pies de Jesús
y besándolos y bañándolos con lágrimas
mostraste tu vivo arrepentimiento,
ayúdame a saber perdonar
a quién tanto amo y me daña con su conducta.

Ruega a Dios para que me enseñe
a librarme del peligro de la vanidad
que fue lo que a ti te arrastró a pecar,
y que me conceda el don de la humildad.

Sublime penitente María Magdalena
ruega por mi a Dios
para que me conceda los dones y virtudes
que hagan de mi una persona sensata,
conciliadora, amistosa y responsable,
para que con ellos pueda alcanzar
la compresión y el final de mi sufrimiento.

Tú, que ya posees felicidad eterna
en la gloriosa presencia de tu amado,
intercede por mí, para que yo
encuentre la serenidad del verdadero amor
y algún día pueda compartir
la misma alegría eterna que tu vives.

Amén.


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