SAN CONO, ORACIÓN PARA EL SANTO QUE AYUDA A GANAR EN LOTERIAS Y JUEGOS DE AZAR


San Cono es conocido por los aficionados a las loterías como el “Padre de las Cábalas”. Este Santo ayuda a la gente humilde, sobre todo cuando se encuentran en un aprieto económico.
 
Según la leyenda, de acuerdo como sea el problema, el le envía el favor; si es pequeño, le proporciona una pequeña cantidad para que resuelva su problema; y si es grande, la ayuda será mayor. Todas las combinaciones numéricas referentes a San Cono tienen como base al TRES, y para pedir la gracia es indispensable leer la siguiente oración:

ORACIÓN

Oh ángel candidísimo de pureza
y serafín de santa caridad
gloriosísimo San Cono,
nosotros, humildes devotos vuestros,
os presentamos el efecto mas sincero
de nuestro corazón.
 
 
Nos congratulamos de la gloria singular
de que gozáis en el cielo;
nos alegramos de los especialísimos dones
con que os previno, acompaño y consumo la divina gracia
y rendimiento las mas vivas gracias al Supremo
dispensador de todo bien.
 
Vos, que anunciado milagrosamente,
nacisteis para ser ejemplo de perfecta caridad.
 
Vos, que al candor de la inocencia bautismal
y angelical pureza supisteis unir los rigores
de las mas austeras penitencias.
 
Vos, que en la flor de los años
buscasteis la soledad del claustro
para consagraros y mejor servir a Dios.

Vos, que en tan corta vida supisteis llegar
a la cumbre de la perfección y Santidad.
 
Vos, finalmente, que después de la muerte
hicisteis brillar vuestro poder
obrando milagros estupendos:
mirad benignamente desde el cielo
a cuantos a Vos acuden
llenos de confianza en vuestro patrocinio.
 
Que vuestra devoción acredite en nosotros
la imitación de vuestras virtudes,
especialmente en fe viva,
una eficaz esperanza y una inflamada caridad
hacia nuestros Dios y señor
y su Inmaculada Madre María,
para que amándose como vos los amasteis,
podamos en el cielo y en compañía Vuestra
bendecir y alabar la divina misericordia.
 
Amen.

Rezar tres Padrenuestros, Ave María y Gloria.

San Cono es famoso por hacer ganar la lotería a sus devotos seguidores. Cada 3 de junio recibe en su iglesia a miles de personas que se acercan en busca de ayuda por problemas de salud, de amor y sobre todo para ser favorecidos por el azar, tanto en Italia como en su capilla de Uruguay, Florida...


La merecida fama de San Cono es consecuencia de los numerosos milagros que el santo hizo año tras año y que los apasionados por el juego le reconocen y agradecen infinitamente.

Su historia se remonta a la ciudad de Diano, Italia, donde nació el 3 de junio de 1854. De muy joven decidió seguir por el sendero de Jesús. Abandonó su casa para dirigirse al Convento de Santa María de Cadossa, regido por la orden de los Benedictinos. Pronto se ganó el cariño y el respeto de sus hermanos. Su profundo amor a la Virgen lo llevaba a someterse a severas penitencias para dar muestras de su devoción.

Según cuenta la historia, durante su permanencia en el convento, San Cono realizó numerosos milagros. El primero ocurrió mientras los hermanos estaban fabricando pan. Al no encontrarlo por ninguna parte, comenzaron a buscarlo hasta que lo vieron salir del horno sin un pelo chamuscado, porque Cono era inmune al fuego.

El 3 de junio de 1872, cuando Cono cumplió los 18 años, estaba cenando con sus compañeros y de pronto oyó una voz que lo llamaba. Esa noche falleció y entregó su alma a Dios. Entonces se produjo un segundo milagro. Cuando los padres decidieron enterrar el cadáver de Cono, se generó una discrepancia entre los habitantes de Diano, que querían conservarlo en su capilla, y los Benedictinos, que deseaban tenerlo en la capilla del convento. Dejaron entonces que los bueyes que trasladaban la carreta con el cuerpo, decidieran el destino final. Los animales llevaron la carreta hasta la plaza de Diano y no se movieron más. Tiempo después se levantó en el lugar una estatua de bronce y los restos del santo se depositaron en la capilla de esa ciudad.

Llegamos al tercer milagro: Cierto día la población se vio amenazada por un gran terremoto, que arrasó con la mayoría de las casas, animales y humanos. Sólo la capilla donde descansaba el beato quedó indemne, la cúpula de la capilla se resquebrajó y casi cae sobre los fieles que se habían agrupado, alrededor del templo. Sin embargo, en el momento más grave de este suceso, la cúpula volvió a su lugar y poco a poco, a través de los años, fueron soldándose las partes resquebrajadas. Nadie pudo negar jamás que este fenómeno físico se realizó por la voluntad divina de Cono.


El cuarto milagro está constituido por el hecho de que, en el siglo Xlll, cuando toda Italia se vio inundada por los sonidos estridentes de los clarines guerreros de Federico de Aragón, sólo la zona de Diano, situada en el corazón de Salerno, no pudo ser dañada por las huestes de aquél. El espíritu de Cono, desde su tumba, movió dulcemente los badajos de las campañas de la capilla, como llamando a la cordura y a la paz a todos los hombres del mundo. Y nadie se atrevió a tocar la vida de ningún habitante de la región.

El quinto milagro se relaciona con el anterior. Entre los soldados que combatían en aquélla guerra inhumana había un soldado que según consta en la biografía coniana, había sufrido la amputación de un dedo. Este soldado, fiel a su patrono, antes de dirigirse a la línea de batalla, quiso persignarse encomendándose a Dios. Para ello, previamente, dirigió su mano a la fuente bendita, y al retirarla notó, emocionado y tembloroso, que el dedo que le faltaba había sido restituido a su lugar por la acción y la gracia del santo que allí reposaba para la eternidad.

A partir del descubrimiento de América, se radicó, a través de las corrientes inmigratorias, una colonia italiana en la pequeña localidad de Florida, en Uruguay, con inmigrantes que provenían de Nápoles y Salerno. En el año 1882, el italiano Blas Bloy llevó desde Diano a Florida la imagen de San Cono y levantó una capilla que lleva su nombre y que se inauguró el 3 de junio de 1883.

Quien primero lo reconoció santo fue el pueblo mismo: en la Iglesia de la Anunciata se encuentra una campana de 1333 con la inscripción “San Cono”. Sin embargo hasta 1871 no fue canonizado, lo hizo el Papa Pio IX. Fueron los emigrantes teggianenses quienes llevaron su culto a varias regiones del mundo. Hoy se le venera, además que en Teggiano y Florida, también en Nueva Orleans (Estados Unidos) en Australia y en Argentina.

A partir de ese momento, San Cono se convirtió en la imagen de la comunidad católica de Florida y su fama trascendió las fronteras. La generosidad del santo se ganó el corazón de la gente.

Cómo cábala, se tienen en cuenta a la hora de tentar a la suerte en la lotería el 3 y el 03, por su fecha de nacimiento, de muerte y de canonización
 

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