4 ORACIONES A SANTA RITA, PATRONA DE LOS CASOS DESESPERADOS E IMPOSIBLES




¿Te enfrentas a un problema difícil? ¿Parece insuperable? Las oraciones a Santa Rita de Cascia (1381-1457) que podrás leer  a continuación pueden ayudarte. Después de todo, Santa Rita, es conocida como la "Santa de lo Imposible".

Muchos otros milagros fueron atribuidos a Santa Rita, tanto durante su vida como después de su muerte. Como ejemplo, su devoción a Jesús en su pasión fue tal que una espina del crucifijo en su habitación le perforó la frente un día mientras ella estaba orando.
 
ORACIÓN
 
Santa patrona de los necesitados,
santa Rita, tan humilde, pura y paciente,
que cuando haces una súplica a tu Divino Esposo

son irresistibles para Él y no duda en concederlas,
obtén para mí de tu Cristo crucificado
mi petición.............. (menciónala aquí).


Santa Rita, santa mía, que milagrosamente participaste
en la dolorosa Pasión de nuestro Señor Jesucristo,
obtén también para mí la gracia
de sufrir con resignación los problemas de esta vida
y protégeme en todas mis necesidades.
Dame tu amabilidad, gloriosa santa,
para la mayor gloria de Dios,
y te prometo honrarte y cantar tus alabanzas
por siempre en esta vida.

Amén

Llorando de amor, Santa Rita había pedido compartir el sufrimiento de Nuestro Señor, y su petición fue concedida de manera literal y sorprendente. Ella llevó la dolorosa herida con suma dignidad y gracia, imitando a nuestro Señor crucificado.

Orar a Santa Rita, como esperar sus milagros, nos ayuda a recordar que "todo es posible para Dios", como dijo Jesús en el evangelio de Marcos (10:27). Las rosas son su símbolo. Su fiesta es el 22 de mayo.
 
ORACIÓN

Santa patrona de los necesitados,
Santa Rita, cuyas súplicas ante tu Divino Señor
siempre obtienen respuesta favorable,
y que por tu prodigio en conceder favores
has sido llamada la defensora de los desesperados
e incluso de los casos imposibles.
 
Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada,
 tan paciente y tan compasiva por tu Jesús crucificado,
que podrías obtener de él todo lo que pidas,
debido a que todos confían en ti, esperando,
si no siempre, resolución, al menos alivio:
 
Sé propicia a mi petición,
mostrando tu poder con Dios
en nombre del suplicante.
 
 (Di tu nombre y haz tu petición)
 
Sé generosa conmigo como lo has sido
en tantos casos maravillosos, 
por la mayor gloria de Dios,
por la difusión de tu propia devoción
y por el consuelo de aquellos que confían en ti.

Prometo, si mi petición es concedida,
glorificarte siempre haciendo saber tu favor,
y bendecir y cantar tus alabanzas para siempre.
 
Confío en tus méritos y poder
ante el Sagrado Corazón de Jesús,

Amén.

 
ORACIÓN

Oh, gloriosa Santa Rita,
abogada en los casos desesperados, 
desde siempre se ha sabido que tus súplicas
ante el crucifijo divino otorgan favores
que muchos calificarían de imposibles.
 
Encantadora Santa Rita, tan humilde,
habla en mi nombre para dar cumplimiento a mi petición,
 que parece imposible desde mi humilde posición.
 
(Aquí menciona tu petición).
 
Sé propicia, oh gloriosa Santa Rita, a mi petición,
mostrando tu amor y poder con Dios.
 
Sé generosa conmigo, como lo has sido
en tantos casos maravillosos y de gran necesidad.

Obradora de milagros, desde tu santuario en Cascia,
donde en toda tu belleza duermes en paz,
donde tus reliquias exhalan el aliento del paraíso,
vuelve tus ojos misericordiosos hacia mí
y hacia todos los que sufren y lloran.
 
Tú ves mi pobre corazón sangrante rodeado de espinas.
Tú ves, querida santa, que mis ojos
no tienen ya más lágrimas que derramar...
¡Tanto he llorado!
 
Cansado y desanimado como estoy,
siento que las mismas oraciones mueren en mis labios.
¿Debo desesperarme en esta crisis de mi vida?
 
Oh ven, Santa Rita, ven en mi ayuda y ayúdame.
¿No eres llamada la Santa de lo Imposible,
Abogada ante los desesperados?
 
Honra tu nombre, procurándome de Dios
el favor que tan humildemente te pido.
(Vuelve a mencionar que deseas obtener).
 
Todos alaban tus glorias,
todos cuentan los milagros más asombrosos
realizados a través de ti,
¿debo estar solo decepcionado
porque hasta ahora no he sido escuchado?
 
Ruega por mí a tu dulce Señor Jesús
para que se conmueva con mis problemas
y para que, a través de ti, oh buena Santa Rita,
pueda obtener lo que mi corazón tan fervientemente desea.

(Reza el Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
 
Amén.

Aquellos que deseen ofrecer una novena
deben repetir esta oración durante nueve días.

ORACIÓN

Oh poderosa Santa Rita,
por ser alabada como Santa de lo Imposible,
vengo a ti con confianza en mi gran necesidad.
 
Conoces bien mis necesidades y problemas,
que tu misma has sufrido muchas veces en esta vida.
 
Acude en mi ayuda, habla por mí, reza conmigo,
intercede por mí ante el Padre.
 
Sé que Dios tiene un corazón muy generoso
y que él es un Padre muy amoroso.
 
Une tus oraciones a la mía y obtén para mí
la gracia que deseo (aquí menciona tu solicitud).
 
Tu, que fuiste muy agradables a Dios en la tierra
y que ahora estás en el cielo,
ayúdame, que yo te prometo usar este favor,
cuando me lo concedan, para mejorar mi vida,
para proclamar la misericordia de Dios
y para hacerte más conocida y amada.

 Amén.

 
 
En los primeros años de la vida, Santa Rita tenía un gran deseo de ser monja, pero en cambio se casó, siguiendo los deseos de sus padres. Su esposo era un hombre abusivo y con quien tuvo dos hijos de temperamento similar.

Aparentemente, ella tenía la paciencia de una santa porque oraba por todos ellos y trataba de ser una esposa y madre ejemplar. Después de 18 años de matrimonio, su esposo fue asesinado y sus hijos murieron por causas naturales el año siguiente.

Después de eso, Santa Rita finalmente consiguió su deseo y fue admitida en el convento de monjas agustinas en Cascia.
 
La tradición dice que las monjas allí inicialmente se negaron a permitir que Santa Rita se uniera porque era viuda. Una noche, San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino abrieron las puertas que se habían cerrado y la dejaron en la capilla del convento.

Cuando las monjas encontraron a Santa Rita allí a la mañana siguiente, entendieron que eran designios de Dios para ella y la aceptaron por unanimidad.

 

 

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