LA DIVINA PASTORA, ORACIÓN Y GOZOS PARA REMEDIAR MALES

 
La Virgen María es pastora porque es madre del buen pastor y porque se preocupa de que el rebaño, y de cada una de las ovejas en particular (los cristianos), vivan unidos a su Hijo.
 
María es pastora porque realiza muchas de las funciones del pastor, sobre todo defiende al rebaño. Con esta imagen se nos sugiere esa preocupación de María de ir en busca de la oveja perdida. María nos llama con su voz maternal para que regresemos al redil y podamos escuchar la voz del Pastor.

 
Ella es la pastora que toma en sus brazos a las ovejas necesitadas: consoladora de los afligidos, auxilio de los cristianos."
 
ORACIÓN
 
 Pues que tu, reina del cielo,
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Quien podrá tanto alabarte
según es tu merecer;
quien sabrá tan bien loarte
que no le falte saber;
pues que para nos valer,
tanto vales,
de remedio a nuestros males.

¡Oh Madre de Dios hombre!
¡Oh concierto de concordia!
Tú, que tienes por renombre
Madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,
de remedio de nuestros males.

Tú, que estabas ya criada
cuando el mundo se crió;
tú, que estabas muy guardada
para quien de ti nació;
pues por ti nos conoció,
si no vales
fenecerán nuestro males.

Tú, que eres flor de las flores,
tú, que del cielo eres puerta,
tú, que eres olor de olores,
tú, que das gloria muy cierta;
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males.

Amen.


GOZOS A LA PASTORA.

A la Pastora querida
cantemos con voz sonora
misericordia Señora
que soy la oveja perdida.

De lejanas tierras vino
esta prenda, soberana,
hija de Joaquín y Ana,
Madre del amor divino.
Es en todo muy lucida
esta celestial Señora.

En la tierra y en los rasares
es en todo prodigiosa,
y se ostenta milagrosa
con portentos singulares
pases los muestra sin medida,
como gran consoladora.

En un bajel ya, perdido,
en su trinquete se vio
y a su presencia surgió
de las aguas sumergida
y la gente enternecida
dio gracias a su patrona.

Con sus cintas y sus flores
cura toda pestilencia
si el enfermo en su dolencia
las aplica a sus dolores
séanos pues en su partida,
y tránsito curadora.

Como Pastora, del cielo
en las sagradas misiones
con soberano desvelo
almas convierte a millones;
es de la culpa homicida,
de la muerte triunfadora.

Al alma, descaminada
por el mundo va buscando
y de tierra en tierra, andando
como fina enamorada,
seas alma agradecida
tus pecados gime y llora.

Sus ovejitas le forman
una corona de rosas
y con voces armoniosas
"Ave María" le entonan.
¡Oh! Qué, nota tan florida,
en que el alma se mejora.
 
 Sois la Judit más valiente,
la Raquel más amorosa,
sagrada Ester más hermosa,
valerosa de su gente,
del pecador luz y vida
y su amante bienhechora.

A la Pastora querida
cantemos con voz sonora
misericordia Señor
soy la oveja perdida.


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