LOS ÁNGELES DE LA NAVIDAD QUE TRAEN LA ALEGRÍA NUESTRAS VIDAS


Los Ángeles son especialmente queridos en las Navidades. El Ángel de Navidad adorna los hogares y las vidrieras de los negocios. Todos escuchamos en Navidad fascinados la historia del nacimiento de Cristo, en la cual el Ángel cumple un papel tan importante:

"En aquel lugar acampaban pastores al aire libre para cuidar a sus rebaños. De repente apareció el Ángel del Señor frente a ellos y su brillo los rodeó por completo. Sintieron gran temor pero el Ángel les dijo: No teman, que les anunciaré una gran noticia que hará feliz a todo el pueblo. Hoy nació en la ciudad de David su salvador, él es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán a un niño en un pesebre envuelto en pañales. De pronto un ejército celestial se presentó al lado del Ángel y alababan a Dios cantando sin cesar: “Gloria a Dios en las Alturas y en la Tierra Paz a los Hombres” (Lc. 2, 8-14) 

Los niños no dejan de fascinarse con el Ángel navideño que se les aparece a los pastores en el campo. Entonces, se abre para ellos el cielo y el invierno frío y oscuro se vuelve acogedor y caluroso. Sin ningún lugar a duda nada les resulta más mágico a los niños que la Navidad. Allí comprenden que el mundo no sólo es frío. 

En Navidad no siempre se topan con los sentimientos fríos de sus padres, aun los corazones más fríos se abren en esta época del año. Durante las Navidades los niños perciben un amor que viene de otro mundo y pueden conservar este amor a través del Ángel. El Ángel se convierte para ellos en símbolo del amor pleno y una manera de ver otra vida distinta, pura. Su vida repleta de injusticias y agresiones recibe una brisa de paz y protección. 

La magia de las Navidades les permite darse cuenta de que no sólo son tolerados en sus hogares sino también protegidos y considerados importantes. Ya no conviven sólo en sus casas con odios y peleas, sino con el Ángel que convierte su casa en un verdadero hogar. 

Lucas se refiere en su historia de Navidad a dos Ángeles. El primero es el que les anuncia la alegría de todo el pueblo a los pastores, porque ha nacido su salvador. Esta es una imagen muy importante para el Ángel. A través de él llega la felicidad a la Tierra. Él transforma la Tierra; la noche de los pastores se ilumina con su brillo celestial. Los pastores que pasan sus noches en vigilia para cuidar a su manada nos hacen pensar en las muchas noches de insomnio, en las cuales no logramos dormirnos y reflexionamos una y otra vez sobre nuestras preocupaciones; nuestros temores y desesperación nos roban el sueño. Pero la noche de insomnio se ilumina. Las reflexiones nocturnas sin sentido son respondidas por el Salvador que nos libra de nuestros miedos y desesperaciones. Lo que les sucede a los pastores en esa noche puede ocurrir siempre nuevamente, y no sólo en Navidad, sino siempre cuando nuestras noches se transforman y la oscuridad en nuestro corazón se ilumina. 

Muchos adultos cuentan cómo de niños han pasado muchas noches en vela sin lograr conciliar el sueño. Muchos dudaban del amor de sus padres o todo lo que hacían parecía estar equivocado, nunca podían satisfacer a sus padres. No podían dormir porque temían que sus padres volvieran a pelear, que el padre volviera a golpear a su madre o bien que los padres los fueran a abandonar. Cuando en noches como estas aparece un Ángel y les anuncia la alegría y que ha nacido un Salvador que calmará sus miedos, entonces, el niño se tranquiliza y puede dormir. Sabe que el Ángel lo cuida y ya no necesita cuidarse a sí mismo. 

La escritora alemana Ilse Aichinger narra en su cuento "Ángel en la noche" del año 1949 cómo dos hermanas de siete y quince años piden por la aparición de un Ángel para aliviar su soledad e incomprensión. En esta historia de Ilse resuena su propia experiencia como niña judía en la Alemania nazi, cuando la escritora fue abandonada y despojada de una niñez normal. La única manera de sobrevivir en esos tiempos de brutalidad y persecución era a través de la creencia de un Ángel que la protegía. "Mejor ninguna vida a una vida sin Ángeles" dice en una oportunidad la pequeña de las hermanas. Pero su vida es destruida y la hermana mayor que quiere ser el Ángel de la más pequeña termina por enloquecer y se suicida. 

Para muchos niños es la fe en los Ángeles lo que les trae consuelo en medio de su desesperación. Sólo por el Ángel que ilumina la noche, puede del niño sobrevivir y sobrellevar la injusticia y falta de esperanza diaria. 

Al lado del Ángel que hace el anuncio aparece todo un ejército celestial de Ángeles que alaban a Dios y les anuncian a los hombres paz para la tierra. A menudo son representados en pinturas artísticas como niños Ángeles que tocan sus instrumentos o cantan llenos de alegría. Aquí se puede observar parte de la levedad del ser que se ve representada en los Ángeles. 

A través de los Ángeles se vuelve todo más sencillo y alegre. Entonces, se puede volver a cantar. Los niños suelen cantar cuando se encuentran solos, tristes o abandonados por sus padres. Cantar es para ellos como una terapia. Se conectan así con otra vida, una vida de alegría y tranquilidad. Muchos niños sólo pueden sobrellevar los gritos de sus padres cantando canciones aliviadoras. A través de su canto se distancian del ambiente negativo que los rodea y sienten una alegría en sus corazones que nadie les puede quitar. 

Esta función terapéutica del canto no sólo es aplicable a los niños. También para los adultos puede resultar aliviador animarse a cantar mientras cocinan, pasean o se encuentran bajo la ducha. Tuvimos en una oportunidad a un pintor que cantaba en el coro de la iglesia. También cantaba mientras trabajaba y entonces su trabajo no era una carga sino más bien un placer. Al cantar se le abría un camino a la v y a la felicidad. 

Los Ángeles navideños, asegura Pedro Bandini son "un juramento de amor" que conectan cielo y tierra, los pastores y el recién nacido Mesías; Los Ángeles existen en una zona intermedia entre mundos divino y humano. 

Los Ángeles navideños nos abren el cielo y nos hacen sentir que hay un intercambio entre el mundo celestial y el humano, que fluye una corriente de amor de ida y vuelta. Esto tranquiliza nuestro espíritu. 

Los Ángeles abren nuestra alma para otra vida, para la vida del amor divino. Cuando dos personas se enamoran también se abre para ellos un nuevo mundo. Los Ángeles navideños nos muestran que existe entre nosotros y Dios un amor similar al que existe entre dos enamorados. Si dejamos que este amor entre en nosotros, nuestra vida se renovará. 

Entonces, también vivimos como adultos la magia de la Navidad y confiamos a pesar de todo en el amor que irradian los Ángeles en nuestras vidas.


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