ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA, SALUD DE LOS ENFERMOS



Acordaos, oh Nuestra Señora de la Salud, del poder sin límites que vuestro Divino Hijo os ha concedido sobre su Corazón adorable y del tesoro inagotable de consuelo que depositó en vuestro maternal Corazón para todas las necesidades y tribulaciones de los míseros mortales. 

Por ese vuestro poder y por esa vuestra bondad maternal, nunca ha sido rechazado quien ha acudido a Vos. 

Animado yo de tal confianza, a Vos acudo para conseguir, por vuestra poderosa mediación, el don de la salud, si conviene para mi alma, protestando emplear en adelante mi vida, mi salud y mis fuerzas en cumplir la divina voluntad.

Oh Virgen María, Salud de los enfermos, que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario y has permanecido junto a la Cruz en la que moría tu Hijo, participando íntimamente de sus dolores.

Acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él, para que las semillas esparcidas durante el Jubileo sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre de Misericordia, con fe nos volvemos hacia Ti.

Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto, plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones, para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.

Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento de la prueba y ayúdanos a repetir cada día Contigo nuestro “sí”, seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande.

Amén.

Rezar un Padrenuestro y tres Avemarías añadiendo a cada una la invocación: 

«Oh María, Salud de los enfermos, rogad por nosotros».


0 comentarios:

Publicar un comentario

SÍGUEME EN FACEBOOK