ORACIÓN A SAN ROQUE PARA TODOS LOS DÍAS
Glorioso San Roque, que mereciste por tu heroica caridad en la asistencia a los pobres que padecían del mal de peste, alcanzar de Dios su alivio, y exterminarla de los hospitales en que los asististe, pide al Señor nos dé gracia para que con ella consigamos vernos libres de la peste y del pecado, y que arrepentidos y salvos de los que hemos cometido, merezcamos gozarle en tu compañia eternamente en la gloria. Amén.
ORACIÓN DÍA PRIMERO
Representémonos en este día a San Roque como ejemplar de humildad, la cual demostró bien cuando con traje y hábito humilde y despreciado, peregrinó por el mundo padeciendo infinitos trabajos e infortunios en su persona y glorificando por todas partes el santo nombre del Señor: y supliquémosle nos alcance del mismo la preciosa joya de la humildad para que, conociendo nuestra nada y la inmensa grandeza y bondad de Dios, levantemos sobre sólido y profundo cimiento el edificio de las virtudes necesarias para nuestra salvación.
Amén.
(Aquí podrá cada uno pedir al Santo la gracia especial que desee obtener en esta Novena).
Se rezarán al Santo tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria, en honor a los cinco años que pasó San Roque en prisión.
ORACION FINAL PARA CADA DÍA DE LA NOVENA
Dios, que al Bienaventurado Roque prometisteis una tabla, que le llevó un Ángel, para que el que le invocare no sea ofendido de la aflicción de la peste; concedednos a los que su memoria referimos, que por sus merecimientos seamos librados de ella, por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
ORACIÓN DÍA SEGUNDO
Consideremos en este día los ejemplos que nos dio San Roque de amor de Dios, cuando solo por Él y sin esperar recompensa alguna de los hombres expuso su vida sirviendo a los pobres y apestados; y pidámosle nos alcance del Señor la gracia de que amemos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas, cumpliendo asi nuestra obligación y obedeciendo a precepto tan feliz.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA TERCERO
Meditemos en este día las esclarecidas muestras de mortificación que nos dio San Roque, cuando siendo de edad de doce años tan solamente comenzó a macerar su cuerpo con ayunos y penitencias continuando en sus mortificaciones por toda su vida, y principalmente en el fin de ella sufriendo por el amor del Señor una cárcel de cinco años en su mismo país no obstante de ser inocente de los crímenes que le imputaban. Roguemos al Santo que pida para nosotros al Señor tan preciosa y necesaria virtud, a fin que haciendo penitencia de nuestros pecados y mortificando nuestros depravados apetitos le sirvamos con pureza y rectitud.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA CUARTO
Representémonos hoy a San Roque como dechado de paciencia soportando sin quejarse las molestias y fatigas de sus viajes que por amor de Dios emprendió, así como los trabajos que sufría asistiendo a los apestados, y principalmente los que padeció con gran costancia y alegría en los últimos cinco años de su vida sin descubrir quién era ni abogar para que le sacasen de la penosa cárcel en que le encerraron. Pidámosle nos consiga del Señor la paciencia necesaria en los trabajos de esta vida considerando la justicia de Dios en castigar aquí nuestros pecados, y bendiciendo la mano que nos hiere para nuestro mayor bien.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA QUINTO
Veamos en este día las admirables pruebas que San Roque dio a su prójimo y a nosotros con su ejemplo, del amor que por Dios le profesaba, dedicándose al servicio y asistencia de los apestados en Italia con tanto celo y amor, que alcanzó del Señor que los que fueron heridos de pestilencia e imploraren el favor de Roque fuesen librados y alcanzasen perfecta salud. Pidamos al Señor nos alcance por la intercesión de San Roque que amemos al prójimo como a nosotros mismos cumpliendo así nuestro deber, y manifestándonos como buenos hermanos e hijos de nuestro Padre celestial.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA SEXTO
Consideremos en este día el desprecio que San Roque hizo de los bienes temporales, abandonando en manos do los pobres su riquísima hacienda, viviendo todos sus días en la pobreza y no queriendo en el final de su vida darse a conocer en su país, con lo que hubiera tenido a su disposición cuantas comodidades y bienes hubiese podido apetecer. Pidamos a Dios, considerando el ejemplo de San Roque, que por sus suplicas nos dé a conocer lo deleznable y frágil de los bienes perecederos, para que no tomemos de ellos más que lo necesario para conseguir los eternos.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA SÉPTIMO
Pensemos hoy en la glorificación del Señor que constantemente ejercitó San Roque no proponiéndose, en toda su vida tan trabajosa y mortificada, otra cosa que amando a Dios, hacer que su nombre fuese bendecido y honrado por todos. Roguemos al Santo nos alcance del Señor que en todas nuestras acciones y trabajos no busquemos otra cosa sino que el nombre de Dios sea conocido y honrado por todo el mundo. Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA OCTAVO
Consideremos hoy la confianza en Dios que nunca abandonó San Roque y la fe que en Él tenía, la cual recompensó el Señor cuando hallándose solo, enfermo y desconocido de los hombres, atendió el Señor a su sustento, ordenando que un perro de un caballero le trajese de la mesa de su amo pan que pudiese alimentarse. Pidamos al Señor por la intercesión de nuestro Santo nos conceda la preciosa virtud de la confianza en su bondad que nunca abandona a los que de veras le aman. Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
ORACIÓN DÍA NOVENO
Meditemos hoy finalmente la ardiente fe, esperanza y caridad que ejercitó San Roque, creyendo firmemente en Dios y en sus promesas, esperando solo de Él la recompensa de sus virtudes y trabajos y amándole de todo corazón como lo demostró sirviendo y amando a sus prójimos y en especial a los apestados. Supliquémosle nos alcance dei Señor estas excelentes virtudes, para que creyendo en Dios con fe viva, esperando en su bondad y justicia y amándole sobre todas las cosas y al prójimo por Él, cumplamos en esta vida el fin para que nos crió, y alcancemos así la suprema felicidad amandole eternamente en el Cielo.
Amén.
Pedir la gracia que se desea recibir. Rezar tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria.
GOZOS EN HONOR A SAN ROQUE:
ABOGADO CONTRA LAS ENFERMEDADES CONTAGIOSAS.
Fue tal vuestra santidad,
¡Oh Príncipe de excelencia!,
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Fuisteis de excelso linaje,
Y Señor de Montpelier,
Rindiendo a Dios homenaje
Al Cielo para ascender;
A la par de la voluntad
Brilló vuestra diligencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
En obras muy excelentes
Se ejercitó vuestro ardor,
Repartiendo entre indigentes
Riquezas de gran valor.
A una vida de humildad
Mostrasteis tal preferencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Menospreciasteis las galas
De este mundo engañador,
Y tendisteis vuestras alas
En pos del sumo Hacedor.
Y halló vuestra caridad
Premio en su munificencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Quisisteis de peregrino
Vestir el tosco sayal,
Por lograr el bien divino
Olvidando el terrenal:
Recompensa esta ansiedad
Halló en la suma Clemencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Con la Cruz santa el estrago
Lográbais Vos detener
De peste y virus aciago
Que se extendían do quier,
Pronto gran celebridad
Os valió tal preminencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
A castillos y a Ciudades
Víctimas del fiero mal,
Libraron vuestras bondades
De aquel azote mortal.
Haceros tal dignidad
Plugo a la divina Esencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Para aumentar vuestra fama
Fuisteis contagiado Vos:
A Dios vuestro pecho clama
Y os cura al momento Dios.
La vida y la actividad
Os volvió la eterna ciencia.
Que se os dió la potestad
De curar la pestilencia.
Roque Santo, así librad
Al pueblo de pestilencia;
Pues teneis tal potestad
De la divina clemencia.
℣. Rogad por nosotros, bienaventurado Roque.
℟. Para que seamos librados de la peste y la epidemia.
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