SAN PANCRACIO. GOZOS PARA QUE NO NOS FALTE LA SALUD Y EL TRABAJO

 


Pues no se vive gozoso
Sin salud y sin labor,
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

De ricos padres nacisteis
En Frigia, nación antigua,

Que a la Grecia está contigua,
Y allí en la infancia vivisteis,
Mas los errores huisteis
Del paganismo ominoso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

De padre y madre privado,
Siendo todavía niño,
Dios os busca con cariño,
Pues de vos se ha apiadado.
En Dionisio os ha dado
Un tío el más cuidadoso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

«Un palacio en Roma tienes
(Dice Dionisio a Pancracio),
Vamos a ver tu palacio,
Ven a visitar tus bienes».
Mas otro lauro a sus sienes
Prepara Dios bondadoso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Al universal Pastor
Pancracio y Dionisio atienden,
Y sus pechos ya se encienden
Con llama de un santo amor:
Uno y otro ya al Señor
Se convierte presuroso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

A catorce años de edad
Habíais rayado apenas,
Ya os aguardan las cadenas
De la gentil impiedad,
Ya os espera la crueldad
De un bárbaro, de un furioso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Por orden de Diocleciano
Se os ata con duros hierros,
Se os conduce a los encierros
Pues saben que sois cristiano:
Vos no teméis ni al tirano,
Ni el lugar más tenebroso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

El pagano emperador
Intenta con viles trazas,
Con halagos y amenazas
Seducir vuestro candor:
«Acepta, dice, mi honor,
Y evita un fin desastroso».
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

«Si bien me veis jovencito
(Le respondéis con tesón)
No me falta el corazón
Y el valor que necesito:
Soy de Cristo, lo repito,
Por Él moriré gustoso».
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

«¡Oh audaz!, pues al momento
(Dice el tirano irritado)
¡Soldados!, llevadle atado:
¡Verdugos! sabéis mi intento:
Degolladle, y su tormento
Sea ejemplar horroroso».
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Como inocente cordero
Os llevan al sacrificio,
Ya os espera en el suplicio
Sin piedad verdugo fiero:
Al llegar al matadero
A Dios loáis fervoroso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Inclinando el blando cuello
A vuestro Dios siempre fiel,
Descarga el hacha sobre él
Y consuma el cruel degüello:
Queda yerto el cuerpo bello,
Y pálido el rostro hermoso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

En premio de tanto amor,
De tanta fe y esperanza,
Por vos el enfermo alcanza
De Dios salud y vigor,
El pobre encuentra labor
Y el sustento más sabroso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

El gremio de tejedores
Del mar en Santa María,
Como a su patrono os fía
Sus trabajos y sudores:
Siempre os tributó loores
Con un celo religioso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Él y los beneficiados
De vuestra antigua capilla,
Donde vuestra imagen brilla,
Por vuestro honor afanados,
Os dedican asociados
Un nuevo altar precioso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

En los siglos que pasaron
Constantes nuestros abuelos
En vos hallaron consuelos,
Y fieles os veneraron:
Ellos la senda trazaron
A nuestro fervor piadoso.
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.

Pues no se vive gozoso
Sin salud y sin labor,
Sednos siempre protector,
San Pancracio glorioso.


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